Una noche con numerosos focos de violencia, saqueos, ataques a la policía, barricadas de fuego, heridos y detenidos vivió Santiago de Chile como parte de la primera jornada de paro nacional convocado por la principal central sindical del país.

"El total de detenidos anoche en el país fue de 108: setenta y uno en la región metropolitana y 37 en regiones. De estos ya siete están identificados por saqueos a comercios y otros 10 están identificados por robos", informó el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, al entregar el jueves el balance oficial de la jornada nocturna. Ubilla agregó que seis policías resultaron heridos con proyectiles.

Varios individuos quemaron un vagón de ferrocarril y saquearon la municipalidad de La Granja, en el sector sur de Santiago; atacaron la sede del Colegio de Profesores -una de las organizaciones que se encuentra en conflicto con el gobierno en demanda de reformas a la educación-, y casi 300 autobuses del transporte público fueron agredidos a pedradas.

La policía informó que entre los agentes heridos con proyectiles se encuentran dos con heridas a bala en una pierna y un brazo cuando una turba se enfrentó en medio de la oscuridad que reinaba en el sector, debido a los cortes de luz provocados por manifestantes, en las cercanías de la comisaría del suburbio popular de La Pincoya. También se registraron una serie de enfrentamientos en otros sectores, donde se levantaron barricadas de fuego.

Antes que comenzaran las barricadas y los disturbios en sectores populares se escuchó en la capital chilena un extendido golpe de cacerolas, una práctica de protesta que se ha repetido desde que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno del presidente Sebastián Piñera. Todavía había algunas barricadas el jueves por la mañana, incluso frente a la sede central de la Universidad de Chile, ocupada por sus alumnos desde que comenzó el conflicto educacional hace casi tres meses.

Durante la protesta del miércoles se registraron 348 detenidos en todo el país, según el reporte oficial y 36 heridos, entre ellos 19 policías. En algunas ciudades del interior también hubo disturbios.

El ministro de Transporte chileno, Pedro Pablo Errázuriz, informó que pese a algunas barricadas "hoy la situación es bastante normal" en el transporte público.