El titular del organismo de pensiones, Carlos Cabas, contó en un encuentro de AVIRA las bondades de los retiros privados en Brasil. Quieren subir el tope de 35 años de aportes
Es algo así como el titular de la ANSeS en Brasil, sólo que administra fondos mucho más cuantiosos.
El secretario de la Seguridad Social del Brasil, Carlos Eduardo Cabas, vino a la Argentina a participar de un encuentro organizado por AVIRA y señaló que ya no existen los modelos "perfectos" sobre jubilaciones tras la debacle de los países líderes en este tema, por lo que sugirio que cada país debe buscar el proyecto que "más se adapte a sus realidad y necesidades".
Cabas puntualizó que tanto Brasil como Argentina han encontrado modelos que se adaptan perfectamente a sus sistemas que aún se puede mejorar pero que son "modelos propios y no copian a otros países".
El funcionario de la Seguridad Social de Brasil brindó una conferencia de prensa realizada en buenos Aire en el marco de 4º seminario Internacional de Seguros de Vida y Retiro organizado por AVIRA.
Invitado por AVIRA, Cabas expuso ante una platea interesada en los tremas de previsión y jubilaciones donde el funcionario del gobierno de Dilma Rousseff expuso el éxito del "modelo Brasil".
Cabas analizó el nuevo gran desafío que se plantea en su país con un cambio en los tiempos y extensión de la edad jubilatoria en un proyecto que esta arduamente debatido en estos momentos con las organizaciones sindicales.
En ese contexto, el gobierno de Brasil tiene el plan de dejar atrás la vigencia actual de 35 años de aportes para poder jubilarse en el caso de lo hombres.
La idea de modificar este punto, que tiene siempre rechazo en las agrupaciones gremiales, se relaciona a que en Brasil las personas comienza a trabajar a muy corta edad y alcanzan los años de aportes también a temprana edad.
La primera propuesta alcanzar un llamado "95 puntos" que es la ecuación entre la edad del trabajador sumado a sus años de aporte que debería dar ese coeficiente para poder alcanzar la jubilación en los hombres y 85 puntos en las mujeres.
El plan tiene el proyecto final de llevar esa cifra a 102 para las mujeres y 105 para lo hombres en 2020 producto del escenario de extensión de vida que existe en Brasil.
La segundo opción que propone Gabas es subir la edad actual de retiro de 35 para los hombres y 30 para las mujeres a 42 y 37 respectivamente, aunque este punto tiene mucha resistencia.
El techo de las jubilaciones en Brasil es de 3.691 reales y el mínimo es 545 reales que equivalen a 347 dólares, con un aporte del 8 al 11 por ciento por parte del trabajador y 20 por ciento de aporte patronal.
En este escenario en Brasil existen dos modelos más de jubilación complementaria privada que convive con mucho éxito en el marco de crecimiento que demuestra ese país desde la llegada del gobierno Lula Da Silva en 2003.
Este Régimen complementario integra el sistema seguridad social general y tiene fuertes controles por el Estado, los trabajadores y las empresas que participan en el mismo.
Tiene dos opciones: abierto y cerrado con diferentes posibilidades para el trabajador que pueden alcanzarlo en forma personal o dentro de la nomina de la empresa para la cual trabaja.
En el primer caso, que ya se usa en Argentina, es la contratación directa de un seguro de retiro privado a través de una banca o compañía aseguradora bajo un régimen de capitalización bajo un fuerte control de la Superintendencia del sector.
El cerrado, con una fuerte impronta en Brasil, es que una empresa determine poner a todos sus empleados bajo una nomina de retiros con aportes igualitarios tantos por la compañía como los empleados y con altos beneficios tributarios.
En el caso del trabajador cuando mas tiempo participe en este fondo pensión mas beneficios contara en el pago del Impuesto a las Ganancias que en Brasil es del 27,5 % para solo llegar a pagar el 10 por ciento y en el momento de recibir el beneficio.
En este escenario de premios y castigos si ese empleado se retira del fondo de pensión antes de los 10 años el valor del impuesto sube s 35 por ciento, en al búsqueda de un aliento a la contribución voluntaria pero continúa.
El promedio de los beneficios de estos fondos de pensión oscilan los 2400 reales que se suman a la asignación jubilatoria que les corresponda. En el caso de las empresas, el beneficio se une a la baja de los costos laborales que en Brasil son muy altos, además de fuertes incentivos fiscales.
Los aportes y la recaudación de las empresas de estos recursos deben ser destinados a la compra de títulos públicos o acciones de bolsa sin que deban adquirirse papeles que cotizan bajo el nombre de la misma empresa
Todos estos ingresos extras al sistema jubilatorio estarían destinados a obras de infraestructura por parte de Estado.
Este modelo exitoso es el que AVIRA pretende insultar en la Argentina donde según encuestas presentadas durante el foro, realizadas por al consultora D'Alessio, los trabajadores estarían dispuestos en aportar entre el 10 al 15 por ciento de sus salario en esta herramienta de aporte privado a la pensión.
Si bien, producto del fallido modelo de las AFJP, muchos sienten "recelos" a sistemas privados, hay, según la encuesta hay " nivel de confianza creciente" en buscar alternativas que mejoren su caudal económico en el retiro.