Mientras recrudecen los enfrentamientos y crece la incertidumbre por el paradero de Muammar Khadafy, el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio ofreció una recompensa de 1,6 millones de dólares a cualquiera que capture o mate al dictador. Por su parte, cuatro días después de su huida de la sede del gobierno de Libia, en Trípoli, que ahora se encuentra controlada por grupos rebeldes que quieren derrocar su régimen, Muammar Khadafy se manifestó a través de una cadena de radio. Aunque sin dar a conocer su paradero, el líder finalmente habló sobre los incesantes ataques que está sufriendo su cuartel general de Bab El Aziziya.

Luego de varios días de reclusión, consideró que su abandono de la sede de la Presidencia frente al avance de los rebeldes no fue más que una estrategia: "La retirada del búnker fue una jugada táctica", aseguró en un mensaje sonoro difundido por la cadena Al Oruba, una radio local de Trípoli.

Además, Khadafy reconoció que "Bab El Aziziya no era más que un montón de escombros tras haber sido blanco de 64 misiles de la OTAN (desde el principio del conflicto) y nosotros nos hemos retirado por razones tácticas".

A su vez, mientras un portavoz del régimen amenazó con transformar Libia en un volcán sosteniendo que el gobierno resistirá meses o años, Khadafy fue conciso al reconocer que este enfrentamiento se trata de "victoria o muerte".

Este martes, y según la versión que un responsable ruso ha proporcionado a la agencia de noticias Interfax, las palabras del coronel libio fueron: "Estoy sano y salvo. Me encuentro en Trípoli y no tengo intención de abandonar Libia. No se crean las informaciones falsas de las televisiones occidentales".