El ingeniero se reúne con Macri y el martes lo haría con Lavagna. Tiene casi decidido ir como candidato a gobernador bonaerense. Tratará de obtener apoyo de ambos
Juan Carlos Blumberg está un paso más cerca de ser candidato a gobernador bonaerense.
Buscará aprovechar el caudal de conocimiento y fama que le ha deparado su incesante lucha contra la inseguridad.
Piensa en ser gobernador de Buenos Aires, desestimó la posibilidad de presentarse para la presidencia.
Aunque, dicen, tampoco rechazaría la eventualidad de compartir fórmula con un hombre de la oposición. Léase Mauricio Macri, con quien se reúne esta tarde, o Roberto Lavagna, a quien entrevistará mañana. Ninguno de estos dos aspirantes, por el momento, ha pensado en Blumberg como segundo, sí tal vez para la provincia.
Blumberg inicia desde el viernes próximo -en la peatonal de Mar del Plata- una serie de actos, el primero acompañado por el rabino Sergio Bergman (quien no parecía demasiado entusiasmado con la posibilidad de que Blumberg se dedique a la política), Marcelo Bragagnolo y Constanza Guglielmi.
Su desafío será saber si el capital que logró en la población por sus críticas a la falta de seguridad en la Nación y, especialmente en la provincia de Buenos Aires, tendrá el mismo valor al incorporarle la vocación política.
En tiempos en que prosperan proyectos como el de Daniel Scioli y de otros no precisamente surgidos de los partidos, la iniciativa de Blumberg ofrece un condimento de interés a campañas por el momento anodinas y sin demasiadas perspectivas (ya que las encuestas, como si fueran las tablas de Moisés, han determinado quién será el ganador).
Aparece un transgresor -como lo fue el obispo Joaquín Piña en Misiones-, molesta a Néstor Kirchner, también a Scioli, quizás incomode a Macri y a Lavagna.