La presidenta pidió no sumar agravios y llamó a una gran convocatoria nacional. "Si escuchamos los que nos dicen las urnas vamos a equivocarnos menos", dijo
La presidenta Cristina Kirchner arrasó hoy en el debut de las elecciones Primarias Abiertas Obligatorias y Simultáneas, con más del 50 por ciento de los votos, y quedó a un paso de ser reelecta en octubre, mientras que el radical Ricardo Alfonsín y el peronista Eduardo Duhalde se disputaban el segundo lugar pero a una amplísima distancia.
La jefa de Estado ganó en todo el país, menos en San Luis, y superó el 45 por ciento requerido para ser reelecta, por lo que habrá que ver si los principales líderes de la oposición avanzan en un acuerdo para enfrentarla en octubre.
Escrutado el 42,2 por ciento de las mesas, la fórmula de Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Amado Boudou, obtenía el 50,09 por ciento de los votos, bastante más de lo que el Gobierno esperaba para afianzar la idea de que la mandataria podrá ganar en primera vuelta en las generales del 23 de octubre.
Detrás de ella peleaban punto a punto el líder radical y candidato de la UDESO Ricardo Alfonsín, con el 12,88 de adhesión, y el ex presidente Eduardo Duhalde, con el 12,04 por ciento, mientras que el referente del Frente Amplio Progresista, el socialista Hermes Binner, quedaba en cuarto lugar con 10,34 puntos.
Lejos del podio, el gobernador de San Luis y candidato de Compromiso Federal, Alberto Rodríguez Saá, obtenía el 7,48 por ciento; la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tocaba su piso en materia electoral con el 3,3 por ciento; y Jorge Altamira lograba su "milagro" y obtenía el pase a las generales con el 2,45 por ciento.
En los últimos puestos, tres candidatos presidenciales sacaban menos del 1,5 requerido, por lo que quedaban fuera de la carrera para las generales del 23 de octubre: se trata de Alcira Argumedo (Proyecto Sur) con el 0,85; Sergio Pastore con el 0,32 y José Bonacci 0,24.
Cerca de las 21:30 y bajo una lluvia de papelitos, la presidenta salió a saludar a sus militantes desde su búnker de campaña instalado en el hotel Intercontinental y allí agradeció el contundente respaldo, convocó a la oposición a superar "diferencias" y recordó emocionada a su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
"Quiero hacer una gran convocatoria a todos los argentinos y a todas las fuerzas políticas porque el mundo es un gran tembladeral", enfatizó Cristina en alusión a la crisis financiera internacional y pidió "superar diferencias" para "no discutir sobre las cosas que ya se han resuelto".
Para la contundente victoria kirchnerista fue clave la cosecha en la estratégica provincia de Buenos Aires, que representa el 37,5 por ciento del padrón nacional, donde el gobernador Daniel Scioli triunfaba con más del 50 por ciento de los votos y 32 de diferencia sobre su principal rival, Francisco de Narváez, quien no logró repetir el caudal de votos de las legislativas de 2009.
Sin embargo, la Presidenta fue la más votada en los principales distritos electorales del país, incluso en aquellos donde las elecciones provinciales desdobladas de este año fueron adversas para la Casa Rosada, como la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que concentran casi el 26 por ciento del padrón.
Con esta tendencia, el Frente para la Victoria mostraba un nivel de adhesión mayor al de 2007, cuando la presidenta Kirchner fue electa con el 45,3 por ciento, y una importante recuperación respecto de las legislativas de 2009, en las que el oficialismo sacó el 31,2 por ciento, producto del largo conflicto con el campo.
El estreno de las primarias se desarrolló con normalidad en todo el país y un alto nivel de concurrencia a las urnas, que superaba el 76 por ciento, por encima del promedio histórico nacional.
A pesar de que no hubo incidentes, sí se registraron demoras en Buenos Aires y coincidentes denuncias de fuerzas de la oposición por el robo de boletas en la provincia y en la Capital Federal.
Las denuncias, muchas de ellas presentadas ante la Justicia Electoral, derivaron en un reclamo unánime para la implementación del sistema de boleta única, como ya se aplica a nivel provincial en Córdoba y Santa Fe.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió el actual sistema: "Con este sistema de boletas usted sabe cómo termina la elección, contando punto por punto, dedito por dedito, y así nadie duda del resultado", sostuvo el ministro en respuesta a los reclamos.