Subió en forma notoria el tránsito por la ruta a la costa y el movimiento en Retiro fue incesante, con 200 mil personas. Esperan que será la mejor quincena de la temporada
La cantidad de veraneantes que se movilizan a distintos centros turísticos durante el recambio de quincena de enero se incrementó este año en alrededor de un 20% con respeto a 2006.
Así lo estimaban los responsables de varias empresas de ómnibus que operan en la terminal de Retiro, las cuales debieron poner en marcha más de una decena de servicios adicionales para poder responder a la gran demanda de pasajes registrada este sábado.
En tanto, en la terminal, en la que se esperaba para este fin de semana que pasen unas 200 mil personas, continuaban los controles laborales ejercidos por agentes de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
Desde el viernes, medio centenar de inspectores constaban las condiciones laborales de los choferes de los transporte, especialmente en cuanto al cumplimiento de las horas de sueño obligatorias, consideradas fundamentales para la seguridad vial.
En Retiro, donde también pasaban los que volvían de sus vacaciones, finalizadas junto con la primera quincena de 2007, la principal demanda de pasajes se destinaba al litoral atlántico bonaerense, con preferencia por Mar del Plata, Pinamar, Villa Gesell y las localidades del partido de la Costa.
También existía un importante flujo a las sierras cordobesas, que se tradujo en que algunas empresas que tuvieron que colgar el fastidioso cartel de "no hay más pasajes", pese a los refuerzos implementados.
La mayoría de los "carapálidas" que se dirigían a la costa atlántica tenían el ánimo bien alto, ayudado por el muy buen clima veraniego que se registraba en Buenos Aires, con temperaturas que llegaron a los 30 grados y un generoso sol sin nubes como interferencia.
Sin embargo, la información que emitió el Servicio Meteorológico Nacional, no era muy alentadora para los chapuzones, las bikinis y las "zungas".
Es que si bien el sol no iba a dejar de aparecer, algunas veces entre nubes, en las playas bonaerenses, al menos en Mar del Plata, se pronosticaban intensas ráfagas de viento sur que iban a marcar un fuerte descenso de la temperatura y la térmica, hasta el martes, no ascendería más allá de los 18 grados.
Esas condiciones climáticas se darán en una ciudad colmada de turistas que ocuparon las plazas hoteleras en un 90 por ciento y dejaron sin lugares a los establecimientos de cinco, cuatro y tres estrellas.