La masiva marcha de estudiantes contra el gobierno de Piñera desató enfrentamientos entre un grupo de encapuchados con la Policía en el centro de Santiago
Los manifestantes se enfrentaron con la Policía con palos y piedras sobre el tradicional Paseo Bulnes, en el centro de Santiago y a escasos metros del palacio presidencial de La Moneda, tras descolgarse de la marcha estudiantil.
Agentes de fuerzas especiales de la policía repelían en tanto los ataques con chorros de agua y gases lacrimógenos, mientras que estudiantes intentaban detener los enfrentamientos, que son aislados dentro de una marcha que congregaba a más de 60.000 personas, según la Policía.
La televisión local mostró que antes de que estallaran los disturbios, encapuchados arrancaron señales de tránsito y colocaron barricadas en algunas calles del centro de la capital chilena.
Hasta ahora la Policía no entregaba un número de detenidos, mientras que la líder estudiantil Camila Vallejo llamó a través de su cuenta twitter "a terminar esta gran movilización en calma".
Los estudiantes chilenos protagonizan este martes una nueva gran marcha por el centro de Santiago, en un trazado que fue consensuado con las autoridades y que, a diferencia de otras manifestaciones de semanas pasadas, excluyó pasar por las afueras de la casa de Gobierno.
Por la mañana, en al menos una decena de puntos de la capital chilena grupos de manifestantes instalaron barricadas, entorpecieron el flujo de vehículos y se enfrentaron con la policía desde temprano, precisaron las fuentes. Los carabineros emplearon chorros de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes a pocas horas de que estudiantes universitarios y secundarios salgan masivamente a las calles.
El pasado jueves, la prohibición de manifestaciones en esa arteria derivó en enfrentamientos que se prolongaron durante todo el día y dejaron más de 870 detenidos.
Con el paro las federaciones estudiantiles buscan presionar al gobierno para perfeccionar algunos puntos de un plan de 21 medidas que presentó la semana pasada para mejorar la educación.
Los puntos en cuestión se refieren a una garantía constitucional de una educación pública gratuita y de calidad, la prohibición del lucro en las universidades privadas y la devolución al Estado, desde los municipios, de la administración del sistema educativo primario y secundario.
Tales demandas mantienen movilizados a los estudiantes chilenos, que tienen el apoyo del Colegio de Profesores y de numerosas organizaciones sindicales y sociales, desde el pasado mes de mayo.