Mauricio Macri cree que es ahora o nunca. Aprovechará el respaldo amplio en las urnas para tomar una medida alto riesgo pero que cuenta con amplio respaldo no sólo de los ciudadanos porteños, sino también de los millones de bonaerenses que van todos los días a trabajar a la Ciudad de Buenos Aires.

Hizo entrenar a 140 agentes de la Policía Metropolitana para que se enfoquen en afrontar interrupciones de tránsito "sin aviso previo", impulsada por poca gente.

El ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, sostuvo que se está capacitando, entrenando y equipando" a los efectivos porteños "para intervenir en diversas complejidades y una de ellas son los cortes de tránsito provocados sin aviso previo". Según el diario Perfil, la medida alcanzaría la gran mayoría de los cortes de tránsito ya que sólo en un 10% participan más de 90 personas.

"No vamos a criminalizar las protestas sociales, sólo vamos a hacer cumplir la ley. El tránsito es una complicación para el ciudadano común y necesita de la intervención del Estado", explicó el funcionario.

La Policía Metropolitana, dentro de un mes, se encargará de cumplir el pedido de fiscales para liberar las calles, cuyo corte constituye una violación del Código Contravencional.

La fuerza va a estar preparada para arrestar a los manifestantes que se resistan a dejar de interrumpir el tránsito.

La medida ya generó resistencia de parte de dirigentes piqueteros, como Carlos Alderete, de la CCC, quien aseguró que "se va seguir cortando porque los primeros que violan la ley son los gobiernos".

En tanto, Oscar Kuperman, del MTR, aseguró que su movimiento "no va a acatarla orden" de cesar con los piquetes y va a dar "batalla porque la medida es injusta".

"Las brasas de 2001 todavía están encendidas y si (Mauricio) Macri hace eso,la Ciudad va a terminar como Jujuy", amenazó.