El nuevo torneo genera expectativas para los "xeneizes". Necesitan un título local que no ganan desde 2008. Sin el "Titán", Riquelme es el gran protagonista
Con la eterna presión de ser protagonista como en todo inicio de campeonato, Boca comenzará este domingo un nuevo torneo enfrentando a Olimpo, con algunas caras nuevas ,la notoria ausencia de Martín Palermo y con un objetivo urgente: ser campeón.
Sin el inolvidable goleador en sus filas, pero con el centro de atención puesta en Juan Román Riquelme, los "xeneizes" buscaran mejorar la pobre imagen que dejaron en la reciente gira por Europa donde no ganaron ninguno de los tres partidos que jugaron, y recibieron ocho tantos en contra.
Siempre los jugadores de Boca cargaron sobre sus espaldas un peso extra en cada comienzo de campeonato y en ese marco la sequía de títulos y la falta de buenas campañas potenciará las miradas.
Una lupa gigante recaerá en los xeneizes por lo que puedan hacer sus protagonistas y, además, porque por primera vez no tendrán el termómetro de River en donde hacer equilibrio, ya que los humores de uno se alteraban con los del otro.
Muchas veces, los dirigentes de ambos clubes aplacaban la intensidad de las decisiones en función de lo que sucedía con el rival de toda la vida.
Hoy, más que nunca, Boca deberá pelear un torneo hasta las últimas fechas, situación que no se vive desde el Apertura 2008, cuando dio la vuelta olímpica de la mano de Carlos Ischia, en el triangular definitivo que disputó con Tigre y San Lorenzo. Dará hoy sus primeros pasos en Bahía Blanca, frente a Olimpo, luego de una pretemporada que no dio los frutos esperados en rendimientos y en resultados.
Encima, sufrió las lesiones de Franco Sosa y Leonardo Gracián, y no contará al ciento por ciento desde lo físico con Darío Cvitanich y Walter Erviti, que si bien serán titulares esta tarde sufrieron golpes en los últimos entrenamientos que no los dejaron practicar con normalidad.