Mauricio Macri repitió el ritual de la primera vuelta: desayunó con periodistas y funcionarios en el café Tortoni antes de votar en la Universidad CAECE. Se lo vio más relajado que el 10 de junio y confiado de poder mejorar el resultado de 2007, cuando derrotó a Daniel Filmus con el 60,9% de los votos.

Pidió que todos los porteños vayan a votar y postergó las definiciones políticas para la noche, cuando reaparezca en el búnker del PRO.

Macri llegó bien temprano al Tortoni, incluso antes de lo previsto. Por el intenso frio, esta vez habló con los medios adentró del salón. "Estamos más ansiosos que las últimas elecciones, por eso, vinimos temprano”, bromeó. Además, dijo que "hoy es un día de fiesta para la democracia" y convocó a toda la ciudadanía a votar “con tranquilidad”.

Luego se sentó al final del salón junto a su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, la candidata a vicejefa, María Eugenia Vidal, y los tres legisladores electos que encabezaron la lista del macrismo en la primera vuelta. Todos tomaron jugo de naranja con medialunas. La ministra de Desarrollo Social reclamó más tarde su café con leche.

También dieron el presente el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro -que optó por un mate cocido- y el secretario general Marcos Peña. Los dos optaron por un look muy informal, al menos para la jornada matinal.

Cuatro minutos antes de las 10, Macri comenzó su caminata hacia la mesa 301 en la Universidad CAECE, justo enfrente al Tortoni. Cruzó por la senda peatonal mientras dos señoras que superaban los 60 años le gritaban “Mauricio Presidente”, Mauricio Presidente”. No les respondió. A la salida intentaron sacarse una foto. Tampoco tuvieron suerte: la marea de periodistas y camarógrafos se los impidió.

“El recuento será más fácil y más temprano que el otro día, conoceremos los resultados y luego nos prepararemos para seguir trabajando mañana como todos los días después de un día de fiesta para la democracia”, anticipó el jefe de Gobierno. Se habla de datos que marquen “una tendencia irreversible” cerca de las 20.30.

El trámite en el cuarto oscuro fue veloz. En dos minutos, Macri ya estaba nuevamente arriba de su camioneta gris rumbo a su casa para mirar el partido de Boca en Londres.

Al mediodía tiene previsto almorzar con uno de sus hijos. Luego habrá tiempo para una siesta, una foto con candidatos del Pro que llegaron desde todo el país y luego pulir el discurso de esta noche. Se espera que salga al escenario de Costa Salguero más temprano que en la primera vuelta. ¿Habrá definiciones políticas de cara a octubre?. Muy poco probable. Por estas horas, el macrismo solo piensa en mejorar el resultado de 2007.