Buscan a un cómplice del ataque al campamento noruego
Habría participado en la masacre de jóvenes noruegos junto a un sospechoso que ya fue detenido
23 de julio de 2011
La capital de Noruega debió enfrentar en un mismo día dos de los atentados más graves de su historia: por tarde del viernes, estalló una potente bomba en el complejo del Gobierno, situado en el centro de Oslo, donde murieron siete personas y quince resultaron heridas; horas después, un hombre inició un tiroteo en un campamento de las juventudes laboristas en una isla cercana a esa ciudad, en el cual fallecieron 84 personas.
El ministro de Justicia noruego, Knut Storberget, anunció ayer que la policía detuvo a Anders Behring Breivik, un hombre de 32 años, que estaría involucrado en ambos atentados.
Este sospechoso, de nacionalidad noruega, podría ser el autor del atentado producido en el campamento de verano, que había sido organizado en la isla de Utoya por el "ala joven" del Partido Laborista, al cual representa el primer ministro.
Según fuentes policiales, el ataque del tirador está relacionado con la explosión que se produjo en el complejo de gobierno de Oslo a las 10.30 de la Argentina, y que afectó a las oficinas del primer ministro, Jens Stoltenberg, quien no sufrió daños.
Además, la policía noruega está buscando a un segundo atacante que participó del tiroteo en el campamento juvenil. La búsqueda se basa en declaraciones de testigos que dijeron que un segundo hombre, que no vestía uniforme policial, estuvo en la isla de Utya.
El portavoz de la policía Einar Aas dijo a la versión online del diario Verdens Gang: "Tenemos varias declaraciones de testigos que coinciden en que había un segundo atacante. Trabajamos a toda marcha para aclararlo".
Mientras tanto se conoció que, según los testigos, la masacre en el campamento de las juventudes socialdemócratas en la isla duró más de 45 minutos.
Nicoline Bjerge Schie, de 22 años, señala en un testimonio que publica en su edición online el diario Dagbladet: "Los tiros se produjeron con unos diez segundos de pausa entre ellos y duraron como tres cuartos de hora".
La joven se ocultó junto con otros amigos tras una roca en el agua. "No lo vi, pero lo oí. Gritaba y celebraba, dio varios gritos de victoria", relató, sobre el hombre de 32 años detenido por la policía.
En tanto, se conoció que el hombre detenido compró seis toneladas de fertilizantes a comienzos de mayo, indicó un portavoz de la Central de compras agrícolas. "Le vendimos seis toneladas de fertilizantes, lo que constituye un pedido relativamente estándar", declaró Oddny Estenstad.
Además, la policía detuvo hoy a un joven que tenía un cuchillo en el bolsillo, en el lugar donde están reunidos los sobrevivientes del ataque del viernes, y a donde acababa de llegar el primer ministro Jens Stoltenberg para une visita, informó la televisión NRK.
El joven explicó que tenía ese cuchillo "porque no se sentía en seguridad", según una periodista de NRK presente cerca del hotel donde están reunidos los sobrevivientes.
El director de la policía Ystein Mland dijo que la situación sigue siendo poco clara, pero indicó que se encontraron muchos cuerpos en la isla, por lo que la cifra de muertos aún podría aumentar, y consideró que el ataque tiene "dimensiones catastróficas".
Caos. "Aunque estamos bien preparados, siempre es bastante dramático cuando esto ocurre", declaró en la tarde de ayer el jefe de gobierno, por teléfono, a la cadena TV2 Nyhetskanalen.
La explosión dañó la fachada de las oficinas del gobierno, destrozando los cristales de las ventanas y la parte delantera del edificio. El complejo gubernamental fue desalojado en su totalidad, así como las oficinas del diario Verdens Gang (VG), que también se encuentran en la zona afectada.
Medios noruegos como Aftenposten y el Swedish Daily Expressen informaron de escenas de pánico por las calles, con personas corriendo, algunas de ellas ensangrentadas, mientras que imágenes de la televisión noruega mostraron escenas de caos en el centro del distrito gubernamental.
"Hay cristales por todas partes. Es el caos total. Las ventanas de todos los edificios de los alrededores saltaron por los aires", narró la periodista de NRK Ingunn Andersen, quien inicialmente pensó que se trataba de un "terremoto".