El presidente chileno nombró su tercer equipo de gobierno en 16 meses. Uno de los ministros que dejó su cargo fue el de Educación, blanco de los estudiantes
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, renovó nuevamente su Gabinete tras los reclamos de opositores y oficialistas para una reforma.
"Estamos siendo puestos a prueba, nuestras instituciones y liderazgos, por una ciudadanía que exige mayores niveles de participación", subrayó el mandatario tras sellar los cambios.
Piñera, debilitado por el derrumbe de su popularidad, debió designar incluso a un histórico adversario, el senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Pablo Longueira, a cargo de Economía.
Las modificaciones, pedidas hace semanas por el oficialismo y la oposición, afectaron las carteras de Gobierno, Economía, Educación, Justicia, Obras Públicas, Minería, Energía y Planificación. Piñera, aunque enrocó en sus cargos a cuatro ministros, incorporó a dos senadores a su equipo, dejando atrás el modelo inicial de su gobierno, donde había preferentemente gerentes de grandes empresas.
La operación política, en la que el presidente recordó que asumió luego de un terremoto que azotó el centro sur del país, implicó en detalle la renuncia a sus cargos de siete ministros, uno de ellos a cargo de dos carteras. Específicamente, Ena von Baer en Gobierno (Comunicaciones), Juan Fontaine en Economía, Felipe Kast en Planificación (Desarrollo Social), Laurence Golborne en Minería y Energía, Joaquín Lavín en Educación, Hernán de Solminihac en Obras Públicas y Felipe Bulnes en Justicia.
De ellos, cuatro fueron enrocados. Lavín, debilitado por las protestas estudiantiles, partió a Planificación, Golborne a Obras Públicas, de Solminihac a Minería y Bulnes a Educación. Además ingresaron Pablo Longueira a Economía, Andrés Chadwick a Gobierno, Teodoro Ribera a Justicia y Fernando Echeverría a Energía.
"Aún hay muchas chilenas y chilenos que no perciben el impacto profundo de lo que estamos haciendo", sinceró el mandatario, quien encarará comicios municipales en 2012 y presidenciales en 2013. Con ese horizonte, Piñera designó a Laurence Golborne, el político más popular de la derecha, a cargo del Ministerio de Obras Públicas, un cargo de alta rentabilidad electoral en Chile, dotado con un presupuesto de miles de millones de dólares para infraestructura.
Asimismo, y no obstante las presiones desde su propio partido para sacar al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, el mandatario lo confirmó en el cargo, pese a que éste tomó vacaciones cuando crecían las protestas estudiantiles la semana pasada. Piñera retuvo así a hombres de su confianza en su equipo político, ratificando a Hinzpeter en Interior y Cristian Laurrolet en Presidencia, ministerio encargado de negociar la agenda legislativa. Además designó como vocero al senador UDI Andrés Chadwick Piñera, primo suyo, quien asumirá como ministro de Gobierno (Comunicaciones), en reemplazo de Ena von Baer