El jefe de gabinete habló del ADN de los hermanos. Aseguró que "todavía no está terminado el tema". Señaló que no cree que haya que "pedir perdón"
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, negó que exista una persecución política en el caso Noble - Herrera, y dijo que la causa no debe cerrarse porque en otro momento pueden aparecer familiares con nuevos datos genéticos para cotejar.
Además, responsabilizó a la madre de los jóvenes, Ernestina Herrera de Noble, por haber negado el análisis desde hace 10 años.
"Todavía no se ha terminado la causa, porque se cotejaron con 52 familias, y faltan 3. Una vez que se avance, si todos dieran negativo, puede suceder que falten datos que todavía no se hayan presentado a cotejar. Ya hay un caso, el del nieto recuperado número 98. Puede pasar que nuevos familiares dejen sus datos genéticos en un futuro. Por eso no creo que haya que pedir disculpas de nada", señaló en declaraciones al programa Baires Directo, que se emite por el canal Telefe.
"Hay un delito que la propia Ernestina Herrera de Noble admite en una editorial de hace 8 o 10 años, que había hablado con sus hijos sobre la posibilidad de que sean hijos de desaparecidos. Los jóvenes son víctimas de esta situación, pero el delito culmina cuando se determina cuál es la verdadera identidad", agregó el ministro.
Además, descartó que exista una intencionalidad política por parte del Gobierno, y apuntó contra la dueña del multimedios. "No hay ninguna persecución política. El manoseo más grande ha partido del propio grupo, porque con haber hecho el análisis hace 8 o 10 años se hubiera terminado el tema. Llegamos a esta situación al divino botón (sic). Con haber hecho un análisis se hubiera terminado todo esto".