Viendo el turbio panorama, el propio gobernador bonerense, Daniel Scioli, se reunió con los dos jefes de bloque partidarios, marginados de los armados en sus distritos
La interna del peronismo K por los lugares en las listas para las próximas elecciones está que arde. Viendo el panorama que lo rodea, el propio gobernador bonerense, Daniel Scioli, se reunió con los dos jefes de bloque partidarios, marginados de los armados en sus distritos.
Analizando el escenario, en el parlamento, varios legisladores oficialistas se quedan sin reelección. Otros, como el senador Osvaldo Goicoechea y el diputado Raúl Pérez, cabezas de los bloques oficialistas, quedaron devaluados en sus secciones por la digitación de las candidaturas. Ambos estuvieron con Scioli para imponerlo del gravoso efecto que representa la pérdida de poder. Según el análisis del diario Clarín, en diciembre, en la Legislatura ingresarían entre 10 y 12 senadores y diputados de La Cámpora . Y se iniciará la disputa por las autoridades de las Cámaras y las comisiones.
Pero Scioli, antes de fin de año, debe asegurarse el voto para la ampliación del presupuesto, entre otros proyectos gravitantes. El dato estuvo presente en la charla de ayer. Además, está expuesta a debate la modificación de la Ley de Ejecución Penal, una herramienta importante en el esquema de gestión en Seguridad provincial.
El miércoles, medio centenar de jóvenes, entre ellos del Movimiento Evita y de la Juventud Sindical Peronista (JPS), pidieron modificar las políticas vinculadas con el área de prevención y represión del delito. Pidieron bajo reserva, entre otros items, mejoras en "las prácticas policiales". Lo hicieron en medio de elogios a la gestión de Scioli, pero se encargaron de mencionar el tema. Ese reclamo es un clásico entre los sectores ultrakirchneristas, que en determinado momento incluyeron el pedido de renuncia del ministro Ricardo Casal. También desde La Cámpora, Andrés Larroque y Eduardo Wado" De Pedro, sugirieron "revitalizar" ciertas prácticas políticas. Un anquilosamiento que atribuyen a algunos jefes históricos del Conurbano, con los que pelearon espacios de representación en las listas del FPV.
Es una impronta que Scioli deberá atender y eventualmente metabolizar, tal como asegura haber superado la designación a control remoto de su vice, Gabriel Mariotto, y el sembradío en las listas. No admitió frustración en aquellos días y el desánimo tampoco condiciona el discurso optimizador recobrado en las últimas horas. El gobernador sostiene que el ex interventor del Comfer como compañero de fórmula responde a "una planificación estratégica de la Provincia".