El Gobierno no le dio a Hugo Moyano el lugar en las listas que él quería y estalló la interna. Tras su enojo por el escaso lugar en las listas de candidatos, referentes del oficialismo intentaron, en vano, minimizar la tensión entre el Gobierno y la CGT.

Este fue el caso del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien negó que haya un distanciamiento entre la Casa Rosada y Hugo Moyano al juzgar como "comprensible" la queja del jefe de la central obrera y considerar que "es una expresión que no tiene que ser leída en clave confrontativa", pero también marcó distancia al afirmar: "El (por Moyano) piensa así, él cree que directamente un dirigente sindical puede pasar de ser conducción de un sindicato a conducir los destinos del país. Ese es un tema razonable, discutible, opinable, interesante, porque en nuestro país el movimiento obrero siempre ha tenido una presencia política y ha tenido diputados, senadores, vicegobernadores y gobernadores", sostuvo.

Consultado por radio La Red si el reproche público que hizo Moyano implica un "distanciamiento" entre la CGT y el Gobierno, Tomada respondió: "No, este tipo de declaraciones, este concepto, este pensamiento del secretario general de la CGT, es reiterado, lo ha dicho en otras oportunidades, es una expresión que no tiene que ser leída en clave confrontativa".