El gobernador de Buenos Aires rompió el silencio tras los rumores sobre la imposición de Mariotto como su vice. "No me subestimen", advirtió el mandatario provincial
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, afirmó, sobre el proceso de elección de su compañero de fórmula, Gabriel Mariotto, que "Existe una gran seriedad, responsabilidad y prudencia en todas mis decisiones. ¿Alguien puede creer que mis conversaciones con la Presidente son sobre un sorteo de un vice u otro? No me subestimen".
En declaraciones a C5N, se refirió a las especulaciones políticas que se hicieron desde aquella determinación al resaltar que tuvo una "charla profunda" con Cristina Kirchner el día en que se cerraron las listas, en donde se habló de "todo": "Pasado, presente y futuro".
"Ella me pidió gente de mi equipo para su campaña y hablamos de temas institucionales y familiares", recordó y afimó que sus decisiones "no están inspiradas en el ego", sino en "buscar lo mejor" para la Provincia.
"Decían que me iba a controlar, que me iba a presionar. Nada de eso pasó. Y ahora va a ocurrir lo mismo con Gabriel y con todos los candidatos a legisladores. ¡A buena hora la inclusión de los jóvenes!", celebró.
El gobernador indicó que Mariotto "viene a colaborar en todo lo que esté a su alcance y a presidir la Cámara de Senadores bonaerense". "En muchas cosas concidiremos y en otras vamos a tener matices. Y esto es lo bueno: la diversidad", valoró.
Además, el gobernador Scioli calificó como "casos aislados" los de los mandatarios comunales que plantearon diferencias con la Casa Rosada tras el cierre de listas y advirtió que es normal que "todo cierre de listas deje a alguien con expectativas".
"Yo hablo con ellos (los intendentes) y busco otros lugares para ellos en donde utilizar su experiencia. Los lugares de las listas son limitados", completó.
Scioli descartó "totalmente" que la decisión de la Presidente de marginar a algunos peronistas de las listas termine siendo perjudicial para la estrategia del kirchnerismo en octubre, tal como suecedió en 2009 cuando Néstor Kirchner perdió contra Francisco de Narváez, ahora aliado a la UCR.