Argentina y Colombia ya es un clásico del fútbol sudamericano y en 1999, en la Copa América, el "Titán" y sus penales errados escribieron una historia propia
Por Roberto Aguirre Blanco
Argentina y Colombia tienen ya la clasificación de clásico sudamericano por una rica historia de partidos en las últimas dos décadas y en al cual, dentro de la Copa América se destaca la noche fatídica de los tres penales marrados por Martín Palermo en el torneo jugado en Paraguay en 1999.
Esa terrible noche del 4 de julio de 1999 en Luque hubo cinco penales cobrados y tres marrados por el mismo jugador en un choque que terminó con el triunfo final de los colombianos por 3 a 0.
Esa jornada, con el color de tres penales fallados por el capricho de un mismo futbolista en una noche negra, entró al libro récord Guinness y es todavía una marca invencible.
El Titán de Boca, retirado del fútbol hace dos semanas con todos los honores y récords, tuvo ese día un mojón en su campaña deportiva que le llevo alejarse del seleccionado nacional por una ´decada, hasta que en 2009, nuevamente Diego Maradona lo convocó.
El árbitro de aquel partido, el paraguayo Ubaldo Aquino sancionó cinco penales, el primero Argentina y que el ex artillero de Boca hizo estrellar en el travesaño y después se fue fuera.
Cinco minutos después hubo uno para Colombia, que el defensor Iván Córdoba canjeó por gol., para el 1 a 0 parcial.
Al inicio de la etapa final, hubo otra sanción a favor de los cafeteros que el arquero Germán Burgos ahogó al atajarle el remate de Ricard.
El partido seguía cerrado cuando Palermo tuvo su segunda oportunidad y mandó su remate a la tribuna, situación que fue un golpe psicológico que Colombia aprovechó para ampliar el marcador.
La tercera chance desde los 12 pasos ya era parte de la comedia italiana para Argentina, y mientras desde el banco de suplentes el entrenador Marcelo Bielsa gritaba desencajado que lo rematara Roberto Ayala, el "loco" fue por el desquite.
Poco de eso hubo, y nuevamente Palermo falló -esta vez lo atajó el arquero Calero, que no era José-y luego los colombianos sellaron el 3 a 0 para convertir esa noche en una de las más triste de Argentina en al Copa América y de felicidad para los caribeños.
Para la historia del fútbol de Colombia, ese 3 a 0, es tan valioso como el "baile" de la clasificación mundialista de 1993 cuando en el estadio de River golearon 5 a 0.