Los ciudadanos de Tierra del Fuego participan de la segunda vuelta electoral para definir entre la actual gobernadora Fabiana Ríos y la candidata del Frente para la Victoria (FpV), Rosana Bertone, quién conducirá los destinos de la provincia durante los próximos cuatro años.

La jornada se inició con normalidad. Autoridades del Juzgado Electoral confirmaron que "alrededor de las 8:15 ya todas las mesas estaban funcionando con normalidad, hubo algunas consultas menores pero en todas las mesas de Ushuaia se está votando sin mayores inconvenientes".

La situación era similar en Río Grande y Tolhuin, confirmó el representante de la Justicia Electoral en estas ciudades, Luis Bechis. Se prevé que a las 20 se conozcan los resultados.

Bertone, candidata del kirchnerismo, se impuso el domingo pasado ante la actual gobernadora en primera vuelta y obtuvo una diferencia de 9 puntos.

Si bien todo indica que la candidata K está a un paso de la conquista, aún resta la última palabra: la gobernadora también había perdido en 2007 y logró revertir la escena en la segunda vuelta.
Ríos y Bertone se sacaron chispas en la recta final hacia el balotaje. La gobernadora recordó que cuando ella llegó al poder la provincia estaba fuertemente endeudada y ejemplificó que a los empleados públicos “les pagaban los sueldos en tres cuotas”. Pidió no volver atrás y trajo a la memoria de los fueguinos una mancha imborrable: cuando el ex gobernador del PJ Carlos Manfredotti redujo los sueldos públicos entre 30 y 40 por ciento.

Bertone, que tiene origen justicialista y que durante la semana acordó el apoyo del PJ – que el domingo pasado fue con candidato propio y obtuvo el 5,4%--, acusó a su adversaria de fomentar la campaña sucia y dijo que era la responsable de una cadena de mails en la que se recordaba el paso de Manfredotti por la gobernación.

“Les pido que voten en positivo, que nadie elija por ustedes”, rogó Ríos en sus recorridas por los barrios de Ushuaia y Río Grande.

La gobernadora, que en 2007 festejó su triunfo electoral de la mano del ARI y de Elisa Carrió, ahora ante los medios repitió el mismo concepto que en la calles fueguinas y dijo lo que ya había dicho el domingo de la derrota: que su alianza no es con las cúpulas partidarias sino con el electorado”.

Bertone insistió en que ella es la garantía del modelo K en la provincia – donde Cristina tiene altos índices de imagen positiva – y aceptó que tramitó alianzas con otras fuerzas para llegar al ansiado 50 por ciento.