El creador del lema "A paso de vencedores" y ferviente defensor del gobierno, salió a demostrar el descontento por las listas. Encima, Facundo Moyano quedó en el puesto 11
A horas del cierre de listas, las decisiones que tomó la Presidenta en la conformación de la nómina del Frente para la Victoria sigue generando repercusiones.
La ausencia casi total de hombres de la CGT en las listas de legisladores sigue generando interpretaciones dispares. En tanto, se sumó la opinión de Luis D'Elía, cuyo espacio Miles fue relegado totalmente de la nómina, quien se quejó de que los movimientos sociales fueran excluidos.
El reiterado reclamo de Hugo Moyano por las candidaturas no tuvo los frutos esperados: su hijo Facundo es el único del riñón de su padre que competirá por una banca en la Cámara de Diputados.
El titular de la Juventud Sindical, confirmó hoy que irá en el puesto 11, poniendo fin a la incertidumbre generada desde el propio kirchnerismo, que el sábado por la noche informó que iría en el cuarto lugar y el domingo, en cambio, que se ubicaría en el octavo.
El titular del gremio de los judiciales y uno de los hombres de mayor confianza de Hugo Moyano, Julio Piumato, se quejó de que "no dieron explicación" sobre las candidaturas y que "está claro que no se ha tenido en cuenta al movimiento obrero para defender al modelo en el Congreso".
"Lo de las listas hay que hacer un análisis tranquilo, en frío. La Presidenta tendrá sus razones, pero uno en política se siente más tranquilo cuando le explican el por qué", señaló Piumato en diálogo radial con Luis D'Elía, que también se quejaba de que su espacio haya sido relegado.
El sindicalista, que rechazó la candidatura al quedar relegado, puntualizó: "A mí me llamó un personaje de tercera línea para que fuera a firmar las listas y no me dio ninguna explicación. No me parece el trato para los que hemos defendido el modelo, cuando muchos de los que ahora están en las listas estaban con un pie en la vereda de enfrente".
"Nosotros no militamos por un cargo, militamos por convicción", remató.
Por la mañana, el moyanista Omar Viviani admitió que la central obrera pretendía más lugares en las nóminas y, aunque se cuidó de no hacer foco exclusivamente en la reacción de la dirigencia sindical, reconoció que el reparto de los lugares generó malestar "en todos lados".
"La CGT no se sintió ni castigada ni relegada", planteó ante la primera consulta de radio La Red. No obstante, enseguida admitió: "Nosotros teníamos otra expectativa de que mayor cantidad de compañeros integren las listas. Lamentablemente eso no se dio. Habrá que hacer un análisis de la situación".