La ministra Garré ordenó que gendarmes y prefectos reemplacen a policías en al menos ocho dependencias situadas en las zonas más críticas de la ciudad de Buenos Aires
El Gobierno nacional avanza en una nueva purga en seguridad para tratar de controlar a núcleos de poder policial. Ahora se supo que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó que gendarmes y prefectos se hagan cargo de comisarías.
Según trascendió, serán transferidas al comando de la Gendarmería y de la Prefectura las comisarías 24a. (La Boca), 30a. (Barracas), 32a. (Parque Patricios), 34a. (Pompeya), 36a. (Floresta), 38a. (Flores), 22a. (Puerto Madero) y 46a. (Retiro).
Pero os rumores arrancaron desde temprano cuando en el interior de la fuerza policial se hablaba de la renuncia del comisario general Enrique Capdevila, en disconformidad con la reforma en su fuerza. Según versiones periodìsticas, la cúpula de la Policía Federal habría decidido mantenerse en actividad, si el jefe de la fuerza hace efectiva esa renuncia. Con este escenario, en las superintendencias se habría acordado poner a la salida de Capdevila como forma de descomprimir el fastidio de los cuadros subalternos.
Tanto los gendarmes como los prefectos ven potenciales choques con la Policía Federal, una fuerza que tradicionalmente fue muy celosa de la intromisión de otras fuerzas en su territorio. Justamente, ésa es una de las cuestiones que pretende abolir Garré con sus medidas. En sus declaraciones públicas, la ministra había asegurado en los últimos meses que debía cambiarse el esquema de la Policía Federal debido a la constante asociación de parte de esta fuerza con el delito.
La medida, que aún no fue anunciada públicamente por el Ministerio de Seguridad, viene siendo meditada hace varias semanas por Garré. La forma concreta en la cual se efectivizará la intervención de hecho a la Policía Federal aún no es clara, incluso para mandos importantes de las fuerzas. Por un lado, estiman que los policías federales deberían dejar esas zonas para reagruparse en otras dependencias, mientras que otra alternativa indica que las cúpulas de esas comisarías estarán a cargo de gendarmes y prefectos, en tanto que el personal de calle seguirá perteneciendo a la Federal.