Las bajas temperaturas del Mar Ártico no fueron obstáculo para una científica rusa que se atrevió a nadar desnuda con ballenas belugas, un cetáceo de más de una tonelada de peso que rechaza el contacto con materiales artificiales.

Natalia Avseenko, de 36 años, se sumergió en las aguas de la región de Murmansk Oblast en el extremo noroeste de Rusia, cerca del Círculo Polar Ártico, según publica el diario ABC de España en su página web. En el momento de su travesía, la temperatura del agua descendía a 1,5 grados bajo cero.

La aventura polar - para la cual Avseenko apeló a sus clases de yoga para tolerar la baja temperatura- quedó plasmada en una serie de fotografías que registran la plasticidad de los movimientos y los contrastes de luz bajo el agua.

Las belugas se caracterizan por ser las primeras ballenas en interactuar con el hombre. Su complexión de músculos faciales les permite adoptar gestos parecidos a la sonrisa. La mayor parte de estos cetáceos habitan en el Ártico y las costas de Alaska, Canadá, Groenlandia y Rusia. Se calcula que hay unas 100.000 belugas en libertad.