La Presidenta habría mantenido discusiones de alto contenido político con su entorno sobre el futuro de la gestión. El rol de Moyano y el condicionamiento familiar
La política argentina siempre puede dar sorpresas.
La incertidumbre por la decisión de Cristina Kirchner para pelear por su reelección tiene en vilo al oficialismo.
Ahora, una nueva duda se instaló en las filas del oficialismo: la reelección de Cristina Kirchner para quedar cada vez más lejos.
En las últimas horas se supo que la presidenta mantuvo discusiones de alto contenido político con su entorno sobre el futuro de la gestión, sobre su necesidad de descanso físico y sobre cuestiones familiares en la residencia presidencial de Olivos. Todo ello puso otra vez en suspenso la decisión de buscar su reelección en las elecciones del 23 de octubre próximo.
"Descontamos que finalmente ella (por la Presidenta) se presentará a la reelección. Pero lo cierto es que hoy nadie está en condiciones de afirmar qué va a hacer, a diez días de su eventual lanzamiento", confió a La Nacion un miembro del entorno presidencial.
Según pudo saber La Nacion, la Presidenta profundizó su malestar hacia el jefe de la CGT, Hugo Moyano, quien aseguró que "la inflación es el gran déficit del modelo" y que "no se puede negar". Además, el escándalo por las viviendas sociales de Madres de Plaza de Mayo y las denuncias por presunta estafa y lavado de dinero de Sergio Schoklender impactaron negativamente en las encuestas porteñas.
En las últimas horas, por añadidura, se incrementaron los viejos pedidos de los hijos de la Presidenta, en especial de Florencia Kirchner, para que no se presente a la reelección. Y para que acate con mayor dedicación las recomendaciones médicas de reducir su actividad física y laboral al máximo posible.
La Presidenta presenta un cuadro clínico de baja presión, según sus médicos. Su salud no corre peligro, pero el consejo de los profesionales es que tenga mayor descanso físico. En estos días, Cristina Kirchner buscó ahorrar energías y viajes con actos y anuncios simultáneos por teleconferencia en varias provincias.
Los miembros del entorno presidencial descuentan que finalmente la Presidenta se presentará a las elecciones y que su lanzamiento se hará entre el 20 y el 24 del mes actual, apenas dentro de diez días, sobre el filo del plazo de cierre de la presentación de candidaturas en la justicia electoral. El escenario sería el Teatro Argentino de La Plata. Pero nadie lo confirmó aún.
"Ella dice que sí a la reelección. Pero condiciona a su equipo para que el contexto de los próximos cuatro años sea diferente: sin tantos conflictos", analizó un allegado. La ausencia de su fallecido esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, la preocupa de cara a las pujas políticas que vendrán.
Si la Presidenta declinara a otro mandato, ella bendeciría como candidato al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, acompañado en la fórmula por la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Al margen de los escándalos de estos días, la Presidenta se queja de que lleva sobre sus espaldas, además, la desgastante pelea con los medios de prensa, en especial con el Grupo Clarín: con el campo; la causa de los medicamentos; el enriquecimiento del ex secretario Ricardo Jaime y lo que en el Gobierno visualizan como un clima de presión devaluacionista del tipo de cambio.
"Ustedes piensan que yo voy a estar cuatro años mas discutiendo con esta irracionalidad", se preguntó ella, relajada y en confianza con unos pocos el fin de semana último, en Olivos. Dejó flotando otra vez dudas en su entorno familiar y político.