El jefe de la CGT, Hugo Moyano, quedó envuelto en otra fuerte polémica, esta vez por una supuesta falla de la obra social de Camioneros en la atención de un trabajador cuya muerte derivó en un paro de recolectores de residuos que afectó a la ciudad de Buenos Aires.

Las acusaciones contra Moyano fueron realizadas por la familia del recolector de residuos Gustavo González, de 33 años, que denunció que la demora en el envío de una ambulancia atentó contra la posible recuperación del trabajador, que había sufrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV).

"Las ambulancias no son propias, las derivaciones y las demoras no son responsabilidad nuestra. Tenemos empresas de primer nivel, pero desgraciadamente hubo alguna demora", admitió Moyano al salir al cruce de las acusaciones, en una conferencia de prensa que ofreció en el gremio de Camioneros.

Sin embargo, Moyano evitó mencionar que el servicio de ambulancias lo presta la empresa IARAI S.A, que gerencia la prestadora Conducir Salud, cuya presidenta es Valeria Salerno, hija de su actual mujer Liliana Esther Zulet, denunció a través del twitter la ex ministra Graciela Ocaña.

La relación de la obra social de los Camioneros con varias empresas prestadoras de salud están siendo investigadas por la Justicia, así como las droguerías que la abastecen, en el marco de la causa denominada como "mafia de los medicamentos".

Jesica, la mujer del obrero fallecido, encabezó las protestas este lunes, a las que se sumaron compañeros del recolector y terminaron provocando un paro del sector que dejó a varios barrios de la ciudad de Buenos Aires tapados de basura.

"Moyano, quiero que me mires a los ojos", lanzó la mujer ante las cámaras de televisión, y además acusó al jefe de los Camioneros de que le "importa más una camilla que una vida", puesto que una de ellas se partió cuando trasladaron a González, debido a su sobrepeso.

En este contexto, Moyano aseguró que detrás de los cuestionamientos "hay algún condimento político", pero expresó su intención de reunirse con la familia del obrero "una vez que superemos todo esto".

Moyano dijo que tiene que consultar "a los profesionales" para determinar si se cumplieron con todas las reglas en torno a la atención de ese trabajador, pero subrayó que en la obra social de los Camioneros se "rompen el alma" para atender correctamente a los afiliados.

"Nosotros nos rompemos el alma para que los trabajadores estén atendidos como corresponde. Por tener la desgracia de perder a un ser querido, no hay que decir que la obra social es mala", enfatizó Moyano.

Desde el Gobierno de la Ciudad, el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, dijo que la situación "es inentendible" y afirmó que "hay un nivel de extorsión importante".

"Desde anoche estoy recorriendo la ciudad. Este no es un conflicto de la Ciudad. El 40 por ciento de la ciudad no tiene sistema de recolección. Uno entiende el dolor de la familia (del trabajador fallecido) pero es inentendible la situación. Estamos atrapados en un nivel de extorsión importante", enfatizó el funcionario en declaraciones radiales.

Más tarde, en un comunicado, el Gobierno de la Ciudad indicó que se implementará un servicio de emergencia para enfrentar la situación.