El premio Nobel dijo que "la lucha por los derechos humanos no pertenece sólo a las Madres". Pidió separar a Schoklender de la trayectoria de las organizaciones
El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel sostuvo que el Gobierno "tuvo una gran responsabilidad porque debió hacer el control sobre los recursos públicos" que fueron derivados a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y que eran administrados por Sergio Schoklender.
"Creo que hay una gran responsabilidad del Gobierno que debe determinar controles, auditorías y rendiciones de cuentas, porque no se habla de monedas sino de millones y millones de pesos", dijo el titular del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) en declaraciones a radio La Red.
Manifestó además que "la lucha por los derechos humanos en la Argentina no pertenece sólo a las Madres de Plaza de Mayo sino a muchísimos organismos y a toda la población", y reclamó separar este caso particular con la trayectoria de las organizaciones.
El domingoer la titular de las Madres, hebe de Bonafini recibió una nueva muestra de respaldo del gobierno nacional.
"Tengo claro que las Madres no tienen nada que ver con esto", afirmó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández , y negó que la Casa Rosada intente "tapar" las presuntas irregularidades cometidas desde la fundación Nuevos Sueños.
En tanto, Bonafini reconoció que desde hacía mucho tiempo tenía discusiones con el ex apoderado de las Madres: "Hace un año empecé a tener discusiones con él porque quería convertir la fundación en una empresa", dijo en diálogo con el diario Tiempo Argentino.
Pérez Esquivel confesó que "hace muchísimos años" que no tiene ningún tipo de contacto con la titular de Madres y que la causa del distanciamiento fue en el momento de fractura de las Madres, cuando él ofreció "un salón para reuniones" y "a eso Hebe lo vio como una contradicción", aunque aclaró que "no hubo ningún tipo de discusión".
El profesor, que recibió en 1980 el premio Nobel de la Paz, dijo que lo separa de Bonafini "la defensa de los derechos humanos integral y sin distinción".
Manifestó que el Gobierno "quiere acotar los derechos humanos a lo que ocurrió de 1976 a 1983" y alienta un enfoque partidario de los temas.
En cambio, contrastó: "nosotros trabajamos con pueblos indígenas, el campesinado, los chicos de la calle sin subsidios oficiales".
Afirmó además que su posición está orientada a "la defensa integral de los derechos humanos". "Por eso mantenemos la total y absoluta independencias, como lo hicimos siempre y lo haremos en el futuro, porque es la forma de ser imparcial en las opiniones y las definiciones", agregó.
Pérez Esquivel tomó distancia de las organizaciones, como el sector de las Madres de Plaza de Mayo que dirige Bonafini, porque, dijo, asumen "un opción de acción partidaria".