Perú: un misterio llamado Humala
El candidato de Gana Perú se movió al centro y modificó algunas de sus propuestas para seducir al electorado
5 de junio de 2011
Pocos están seguros de qué hará Ollanta Humala como presidente de Perú.
Hasta el propio candidato parece reconocerlo cuando dice: "Con nosotros podrá haber dudas", frase que aprovecha para dispararle a su rival, Keiko Fujimori, al complementarle con un "con ellos hay pruebas".
Cierto misterio y las contramarchas que rodean a las propuestas del candidato de Gana Perú parecen generar dudas entre algunos electores.
De acuerdo con una encuesta de Ipsos-Apoyo, uno de cada cuatro votantes no cree que Humala sea sincero y dos de cada tres no piensan que vaya a cumplir los compromisos firmados.
El Humala modelo 2011 insiste en venderse como un Humala distinto a su versión 2006, cuando también se impuso en primera vuelta pero no pudo luego con el actual presidente Alan García.
En aquel entonces un discurso radical encendido y su cercanía con el mandatario venezolano Hugo Chávez le valieron la derrota.
Escarmentó, aprendió la lección y puso la mirada –y el discurso– en Brasil: contrató asesores del Partido de los Trabajadores, el mismo del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y de su sucesora Dilma Rousseff.
Omar Chehade, uno de sus candidatos a la vicepresidencia, defiende el cambio.
"El Perú de 2006 no es el Perú de 2011 y también Ollanta ha madurado. Él mismo reconoció que en 2006 era un personaje nuevo en política, radical, que quería solucionar las cosas de manera muy rápida, con buenas intenciones, pero con visiones muy extremistas", le dijo al diario argentino La Nación.
Gana Perú divulgó un plan de gobierno y más adelante una "Hoja de Ruta".
El giro en ciertas propuestas, insisten en destacar críticos del humalismo, ha sido notorio.
Fujimori se lo hizo sentir en el debate del domingo al preguntarle cuál de sus cuatro planes de gobierno iba aplicar en caso de ganar.
Si pocos meses atrás se hablaba de una economía nacional de mercado, una nueva Constitución o de revisar tratados de libre comercio, ahora se menciona la estabilidad macroeconómica, la expansión de las exportaciones y la aplicación de una economía abierta.
Para algunos los cambios son sinónimo de humildad para reconocer errores y cambiar sobre la marcha, para otros, una muestra de la inestabilidad programática del humalismo y una señal que promueve la desconfianza.
Y algunos en las calles de Lima lo ven con sospechas: "¿Cómo saber qué va a hacer? Dijo muchas cosas, ahora dice otras distintas", le dice a BBC Mundo Jorge, empleado de una farmacia del centro de la capital.
Bajo el título de "La gran transformación", el programa de gobierno defiende "el nacionalismo" como "una alternativa democrática a la actual modernización neoliberal excluyente y desnacionalizadora".
Y agrega: "Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de un modelo neoliberal que acentúa la desigualdad social, depreda los recursos naturales, violenta la legalidad y la democracia, y no genera desarrollo".
Esas frases, por ejemplo, ya no aparecen en la llamada "Hoja de Ruta" que el candidato de Gana Perú presentó para la segunda vuelta.
"Nadie sabe qué va a hacer. Pero lo más probable es que se quede con el programa más moderado", señala Steven Levitsky, profesor de Harvard especializado en gobernabilidad y América Latina, quien dicta clases en Perú desde 2010.
"Haría un neoliberalismo con inclusión social", le dice a BBC Mundo Waldo Mendoza, jefe del departamento de Economía de la Universidad Católica de Perú. "No movería la esencia del modelo económico, pero haría algo más importante en la distribución del ingreso", agrega.