En el marco de sospecha de lavado de dinero los datos oficiales reflejan un enorme crecimiento de los fondos nacionales que manejó Sergio Schoklender
La facturación total de la Fundación Madres de Plaza de Mayo se multiplicó por 45 en cuatro años, según informes de la entidad disponibles en la base de datos de la Oficina Nacional de Contrataciones, que depende de la Casa Rosada y reúne los antecedentes de todos los proveedores del Estado.
El enorme crecimiento de la asociación presidida por Hebe de Bonafini y la rápida expansión en diversos rubros aumentó de la mano de fondos nacionales que manejó el ex apoderado Sergio Schoklender, hoy investigado por supuesto lavado de dinero.
El primer balance presentado ante autoridades nacionales corresponde al ejercicio 2006, cuando la Fundación declaró haber embolsado $ 4.150.301, publicó el diario La Nación.
Ese volumen contrasta con los $ 188.573.008 que registró en el último informe, que refiere a la actividad económica de 2009 y fue elevado en septiembre del 2010.
Además de dedicarse a la construcción, las Madres erigieron proyectos vinculados con la educación y la cultura, servicios de imprenta y medios de comunicación, como la radio AM 530 y la revista "Sueños Compartidos", que una vez por mes se difunde a través de Tiempo Argentino, el diario de Sergio Szpolski, uno de los empresarios de medios más beneficiados por la plata del kirchnerismo.
La desprolijidad interna en la contabilidad y la demora en la ejecución de las obras encendió hace tiempo luces de alarma en Balcarce 50.
Es curioso: los balances oficiales, por el contrario, no reflejan rojos financieros sino un pujante y veloz crecimiento.
El patrimonio neto, es decir, la diferencia entre el activo y el pasivo de una empresa, se multiplicó por 173. Mientras que en 2006 era de $ 292.611, en el último registro trepó a $ 50.827.389.
En ningún año arrojó saldo negativo sino sucesivas ganancias, que decrecieron al final pasando de $ 23.262.780 (2008) a 5.255.601 (2009).
La Fundación se inscribió el 24 de mayo de 2005, con un aporte inicial de $ 12.000, y siempre estuvo presidida por Bonafini.
Desde agosto del año pasado, el representante legal es Pablo Schoklender, hermano de Sergio y también imputado en el expediente a cargo del juez Norberto Oyarbide.
En sus inicios, cuando aún no había pisado fuerte en la edificación de viviendas, la Fundación consignó como principales clientes a dependencias del gobierno nacional .
Entre otros, aparece facturando en 2006 en concepto de "publicidad" a la agencia de noticias Télam ($ 355.610), a la Secretaría de Turismo de la Nación ($ 315.000), al Correo Argentino ($ 28.000), a Educ.Ar ($ 50.000) y a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo ($ 10.000).