Tras semanas de duros cruces y acusaciones, ambos países coincidieron en promover acuerdos de autorrestricción de exportaciones en algunos sectores privados
La Argentina y Brasil limaron las asperezas por el conflicto comercial desatado en las últimas semanas, aunque mantendrán las licencias no automáticas (LNA) a la importación que dieron origen al diferendo. A través de acciones como la fijación de plazos acortados para el ingreso de autos argentinos en Brasil, la promoción de acuerdos de autorrestricción de exportaciones entre sectores privados y el condicionamiento de los trámites de importación a la decisión de las empresas de realizar nuevas inversiones, prevén que las relaciones comerciales volverán a su cauce normal.
El convenio se terminó de configurar durante el encuentro que mantuvieron en Brasilia la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, y su par brasileño de Desarrollo, Fernando Pimentel. "Se manifestó la disposición para facilitar los trámites de obtención y aprobación de las licencias de importación, así como la liberación de los productos que se encuentran actualmente en la frontera de ambos países además de la liberación de las licencias con un plazo de análisis superior al establecido por la OMC (Organización Mundial del Comercio)", señalaron los ministros en un comunicado conjunto al quetuvo acceso el diario La Nación.
Brasil fue el principal promotor de incluir la mención a los plazos de la OMC. El gobierno de Dilma Rousseff "reforzó el pedido para que la Argentina logre analizar las licencias en, como máximo, 60 días", afirma el comunicado. En rigor, Giorgi ya se había comprometido con Pimentel a cumplir ese plazo durante la reunión que mantuvieron el 18 de febrero último en Buenos Aires, pero ahora Brasil dice que sus productos sufren retrasos de hasta medio año. Ambos gobiernos debieron ayer ratificar ese compromiso, lo que abre algunas dudas sobre la duración del nuevo acuerdo.
Por lo pronto, la Argentina aceptó dar curso a las licencias atrasadas, una vez que Brasil entregue una lista con todos los embarques demorados. Ello deberá ocurrir en los próximos diez días.
Por el lado de Brasil, los negociadores se comprometieron ayer a tramitar las LNA a los autos argentinos en no más de diez días. Ese plazo fue el que había ofrecido el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo de Brasil, Alessandro Teixeira, la semana pasada en Buenos Aires. En ese momento, el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, lo consideró demasiado extenso, pero ayer la delegación argentina lo terminó aceptando porque fueron las propias terminales automotrices, nucleadas en la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), las que dieron el visto bueno.
El presidente de Adefa, Aníbal Borderes, consideró que fueron "auspiciosos los progresos alcanzados en una nueva ronda de negociaciones" y elogió que esta vez se haya tratado el tema "a nivel ministerial". La mitad de la producción automotriz argentina se exporta a Brasil y es el único sector industrial en el que hay superávit bilateral (aunque si se cuentan las autopartes ya se acumula un déficit de US$ 1000 millones en lo que va del año).
Con todo, fuentes del Ministerio de Industria indicaron que había conformidad en la delegación argentina por varios de los acuerdos complementarios acordados. Hubo promesas de solución respecto de los reclamos en aceite de oliva (hay nuevas normas técnicas en Brasil que amenazan las exportaciones argentinas), vino (las empresas nacionales podrán aplicar el sello fiscal en origen), leche en polvo (se renovó el cupo de exportaciones, que Brasil no cumplía) y vajilla de vidrio (se revisará el proceso antidumping contra la empresa Rigolleau). Pero el grueso de los conflictos se resolverán con los acuerdos entre privados y con el régimen especial que se adoptará para maquinaria agrícola.
"Hemos llegado a una coincidencia respecto de la utilidad en la búsqueda de acuerdos entre sectores privados sensibles, como una herramienta para poder potenciar un desarrollo industrial equilibrado entre ambos países", señaló Giorgi. Se buscarán acuerdos en baterías, frenos, embragues, autopartes, textiles, vajilla, calzado, electrodomésticos y electrónica. "Estos sectores involucran unos 400 millones de dólares en importaciones de Brasil -dijo una fuente oficial argentina-. A partir de ahora, al sector que no acuerde cupos se le va a complicar la licencia."
El mecanismo en maquinaria agrícola será diferente. La Argentina irá liberando las importaciones en la medida en que los fabricantes anuncien y concreten inversiones para producir en nuestro país. En particular, se mencionaron los casos de Case New Holland, John Deere y Agco. "Las tres multinacionales más importantes que están radicadas en Brasil y que pidieron las licencias ya las obtuvieron. En el mes de junio, a partir de la radicación de la planta de una de ellas tendrá una liberación importante de licencias", confirmó Giorgi. Fuentes de su ministerio afirmaron que en la reunión bilateral los brasileños aceptaron este criterio como válido.
Ambos gobiernos monitorearán además la marcha de las exportaciones e importaciones conjuntamente, en especial para evitar posibles desvíos de comercio en favor de China.