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Schoklender: "Podría comprarme una Ferrari"
Lo dijo en medio de la polémica por la administración de los fondos de la Fundación de las Madres
31 de mayo de 2011
Envuelto en la polémica, Sergio Schoklender tuvo que salir a dar la cara. Tras renunciar a la Fundación Madres de Plaza de Mayo por su "proyecto personal", negó que se hubiera enriquecido con dinero de esa fundación, pero aseguró tener un pasar económico tan bueno que le permitiría comprarse una Ferrari o un avión.

Schoklender explicó que no es dueño de la empresa Meldorek, que construye viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, sino que trabaja para ellos. "Es una de las empresas para las que trabajo. Y no es a la que más le facturo. Trabajo para empresas de Brasil, de Estados Unidos, en consultorías, asesoramiento, royalties ." Meldorek es dueña de un avión que fue usado por Schoklender y comparte con la compañía el domicilio fiscal. "Conozco a sus accionistas, algunos son mis amigos, pero la empresa no es mía", dijo en una entrevista que le hizo el canal de televisión C5N.

"Creo que podría comprar una Ferrari. Estoy en condiciones de hacerlo, y un avión también, tengo el patrimonio para hacerlo", indicó, aunque confesó que en realidad le gustaría tener y manejar un Porsche. Aclaró de inmediato que no se gastaría la plata en eso. "Puedo acreditar hasta el último tornillo que tengo, mucho más que algunos funcionarios públicos que sí deberían justificar si son responsables de enriquecimiento ilícito." Schoklender aclaró, no obstante, que no se refería a funcionarios del gobierno nacional, sino a Elisa Carrió y a las legisladoras de la Coalición Cívica que lo habían denunciado por la compra de terrenos en José C. Paz.

Además, defendió a Hebe de Bonafini, aunque admitió que lo "retó" tras el escándalo por el cual abandonó la Fundación. A la presidenta Cristina Kirchner la definió como "una estadista, una estratega de primera línea en la construcción del país", dijo.

Insistió en que no renunció a la Fundación, sino que se fue, y volvió a hablar de incompatibilidades entre su desempeño como apoderado del organismo y su "proyecto personal". Aclaró ayer que no se refería a incompatibilidades "éticas o legales", sino a que quería poder expresarse y opinar sin involucrar a las Madres de Plaza de Mayo en esas observaciones.

Schoklender negó haber cometido irregularidades y dijo que la Fundación la maneja un consejo de administración y que cada billete que cobra del Estado, lo recibe contra entrega de certificados de obra que realiza cada jurisdicción a la que llegan fondos nacionales.

Aunque se quejó de que "el dinero de las Madres no alcanza" porque -dijo- tienen obras presupuestadas hace tres años cuando ahora esos costos fueron alcanzados por la inflación. Por eso dijo que pidieron que esos costos fueran aumentados.

Admitió además que las casas que construyen orillan los 3500 pesos el metro cuadrado, sin contar el equipamiento ni las obras de infraestructura que las acompañan y negó que fueran más caras que las de otros planes sociales del gobierno nacional.