Aseguró que el arquero lo "humilló delante de todo el mundo" cuando se lo sacó de encima luego de que fuera a consolarlo tras los errores ante San Lorenzo
Un grande en serio como el Pato Fillol no iba a dejar pasar el gesto absurdo del arquero de River caído en desgracia, Juan Pablo Carrizo.
El entrenador de arqueros dejó su cargo por el agravio que sufrió en el Monumental.
"Siento un dolor inmenso", dijo el Pato, que calificó de "desubicada" la actitud del futbolista.
Su renuncia es indeclinable, pero pidió a Passarella seguir en las inferiores del club.
Fillol presentó su renuncia como entrenador de arqueros de River por el gesto despectivo de Juan Pablo Carrizo tras el partido ante San Lorenzo pero el presidente del club, Daniel Passarella se la rechazó.
Pese a ello, el ex arquero que fue campeón del mundo con la Selección junto al "Kaiser" en el Mundial de Argentina 1978, dijo que su renuncia es "indeclinable", aunque adelantó que habló con el directivo "para seguir en divisiones inferiores".
La renuncia del "Pato" se produjo luego de que Carrizo desestimara su saludo con un gesto despectivo tras la finalización del clásico con San Lorenzo, cuando éste se acercó para consolarlo por el error cometido en el gol de la visita que provocó el empate final del partido.
Ayer, el propio Carrizo le había pedido disculpas públicas a Fillol por lo sucedido, pero el ex arquero sentenció al respecto: "No necesito perdones ni aclaración, ese tipo de cosas no se perdonan".
Fillol argumentó que presentó la renuncia "para descomprimir la situación", y contó que en la reunión que sostuvo anoche con Daniel Passarella pidió seguir en el club, en divisiones inferiores: "Me gustaría seguir en el club que amo".
Y concluyó con un mensaje que es toda una declaración de principios: "Nunca fui temeroso de nada, dentro del fútbol fui y soy un valiente. Solamente influyó en mí ese gesto. En el fútbol no hay que tener miedo, hay que jugarlo con alegría, hay que tenerse fe pero no extralimitarse como ha pasado".