Un estudio realizado sobre 3.500 británicas determinaó que hay menos separaciones en los hogares donde los esposos colaboran con las labores domésticas
En Inglaterra, el porcentaje de divorcios es menor en las familias en las que el marido ayuda a la esposa en las actividades domésticas, en las compras y en el cuidado de los chicos.
Así lo indica una investigación sobre 3.500 parejas británicas que realizaron investigadores de la London School of Economics and Political Science (LSE).
La investigación, bautizada como Hombres que realizan tareas no pagas y divorcio: evaluando las especializaciones y los acuerdos, fue desarrollada por Wendy Sigle-Rushton, una académica de la Red de Igualdad de Género.
En ese trabajo, la académica inglesa revisa la teoría de que los matrimonios son más estables cuando el varón se enfoca en el trabajo "pago" y la mujer en las tareas del hogar. La investigadora afirma que la contribución de los padres a las tareas del hogar y al cuidado de los chicos estabiliza el matrimonio, sea cual fuere el estatus laboral de la mujer.
En la síntesis de la investigación se recuerda que los economistas suelen argumentar que el porcentaje creciente de divorcios que se ve desde la década del 60 está relacionado con el acceso de la mujer al mundo laboral. Lo que dicen es que si el hombre asume las responsabilidades por el trabajo pago y las mujeres se quedan en casa mejora las condiciones del matrimonio.
Una semana de 1970...
Según Sigle-Rushton, experta en políticas sociales de la LSE e investigadora asociada en el Centro para el Análisis de Exclusión Social, los economistas han pasado mucho tiempo examinando y tratando de explicar la asociación entre empleo femenino y divorcio, pero han prestado muy poca atención a la conducta del hombre en la casa y a la división de lo que se considera "trabajo impago".
Para sostener su tesis, contó con una muestra en la que se siguieron las vidas de 16.000 niños nacidos en una semana de 1970, cuando la mayoría de las madres se quedaba en casa.
La investigadora puso el foco en 3.500 parejas que habían estado juntas cinco años antes del nacimiento del primer hijo. El 20% de ese grupo ya estaba divorciado cuando el chico tenía 16 años. En 1975, la mitad de los padres varones de la muestra (51%) reconoció haber colaborado "poco o nada" en las tareas del hogar y el 24 % afirmó que aportaba en dos tareas; y sólo la cuarta parte de los entrevistados admitió haber ayudado en tres o cuatro rutinas.