Familiares de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón efectuaron una serie de actividades para homenajear a los 194 jóvenes fallecidos, a dos
años de la tragedia del boliche de Balvanera.

Los familiares dispararon sus críticas contra el ex jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, quien fue destituído en marzo pasado, por la Legislatura porteña, como así también para el empresario Omar Chabán, quien regenteaba el boliche Cromañón.

Una radio abierta desde el santuario levantado frente al boliche y una muestra de fotografías titulada "Vidas robadas, sueños en marcha" en la Plaza de Mayo, inauguraron a las 13:00 la jornada de homenaje a las víctimas.

Posteriormente, los familiares y sobrevivientes participaron de una misa en memoria de los fallecidos, oficiada en la Catedral Metropolitana por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García.

"Creemos que ninguno de ustedes, de nosotros y, menos, los chicos de Cromañón se merecen eso", resaltó García, antes de que los familiares de las víctimas encendieran 194 velas en memoria "de las almas" de los fallecidos.

Una vez finalizada la misa, los participantes se dirigieron hacia Plaza De Mayo, donde se llevó a cabo el acto central del día con la lectura de un documento consensuado por los distintos grupos de familiares que se dieron cita en el aniversario de la tragedia.

"El asesino no fue el rock and roll, no fue la fiesta, ni la casualidad, ni la mano del destino. Fueron las políticas nefastas y los negociados de una clase dirigente de la cual Aníbal Ibarra es un exponente", expresó el documento.

Durante el evento, se escucharon los discursos de algunos padres de jóvenes fallecidos quienes reclamaron "la cárcel para (Aníbal) Ibarra, (Omar) Chabán y todos los responsables de la masacre".

Los familiares apuntaron fuertemente contre el ex jefe de Gobierno porteño y consideraron que durante los días siguientes al siniestro el funcionario "se limitó a permanecer oculto y decir que el boliche estaba bien habilitado, lo que después se demostró que era mentira".

Con emoción, los oradores nombraron y reclamaron "justicia" por cada uno de los chicos fallecidos, al tiempo que aseguraron: "A ellos les quitaron su risa y su futuro; a nosotros nos quitaron su compañía".

Luego, encabezados por distintas murgas de la capital y el Gran Buenos Aires y por familiares directos de los muertos, los participantes del homenaje partieron hacia Plaza Miserere, en el barrio de Balvanera.