Pese al auge del sector, anunciado con bombos y platillos, la fuerte demanda aquí y en Brasil hace que en algunos modelos haya retrasos de 60 a 90 días
El sector automotor está en pleno crecimiento, pero pese a los múltiples anuncios de estabilidad, al Gobierno se le escapó la tortuga porque algunos modelos provocaron que en las últimas semanas reaparecieran las demoras en las entregas de autos y motos 0 Km. Las demoras son más notorias cuando se trata de modelos de gama media y alta, y afectan tanto a clientes de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires como a ciudades del interior.
Si bien los retrasos no son generalizados, casi todas las marcas tienen algunos modelos en los que el cliente debe esperar más de 60 días (o hasta 90) para poder retirar su vehículo de la concesionaria desde el día en que lo señó, lo que hace renacer la preocupación entre los consumidores.
La primera causa, admiten terminales y concesionarios consultados por La Nación, es el récord de patentamientos de vehículos que se alcanzó en el primer cuatrimestre del año. Las 295.272 unidades 0 Km vendidas en el período son más que todo lo que se vendió en el bienio 2001-2002 y muestran un crecimiento del 27,6% respecto de igual período de 2010. Así, muchos clientes deben esperar más que los 20 a 30 días promedio que tradicionalmente implicaba la compra de un 0 Km.
Entre los modelos que fabricantes y vendedores mencionan con algunos retrasos figuran el Renault Sandero Stepway, el Peugeot 408, el Chevrolet Agile, el Volkswagen Passat CC, el nuevo Fiat Uno, el Honda Fit.
Durante los primeros cuatro meses del año, el rubro automotores ocupó el sexto lugar en el ranking de denuncias que elabora la Dirección General de Defensa y Protección del Consumidor del gobierno porteño. Dentro de este rubro, el 17% de los reclamos se refirió al incumplimiento en los plazos de entrega. "En general, las concesionarias responsabilizan a las fábricas por este motivo", explicaron desde esa repartición oficial.
El otro factor, en algunos casos, hay que buscarlo en Brasil. Las ventas en ese país llegaron a 1.114.000 unidades en sólo cuatro meses y se espera terminar el año con más de 3,7 millones de patentamientos. "Las terminales prefieren dejar en Brasil los autos que fabrican allá o exportar a ese mercado los que fabrican acá, por el diferencial de precios", se quejó el dueño de una concesionaria. Por el mismo modelo, un cliente brasileño puede pagar entre 30 y 40% más, medido en dólares, debido, entre otros factores, a la alta paridad del real con el dólar.
Según José Demarco, vicepresidente de Volkswagen Argentina, "no hay una demora general, sino una demora en algunos modelos". Ante la consulta sobre cuáles son las causas, explicó: "La demanda de todas las marcas está creciendo y las capacidades productivas no alcanzan a proveerla en igual ritmo".
"Hay demoras en algunos vehículos, que están faltando, pero no son todos los modelos. Muchos todavía tienen entrega inmediata", se atajó Ricardo Salomé, secretario general de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
Ernesto Baldassare es presidente del Grupo D'Arc, que reúne a concesionarios de Volkswagen y de Peugeot. "El 95% de nuestros productos tiene demoras menores a los 20 días. El resto puede llegar a tardar de 90 a 120 días, pero es por una cuestión de programación", explicó. Ocurre que algunos modelos importados vienen customizados a gusto del cliente y, en ese caso, los tiempos se estiran.
"Los clientes muchas veces se ponen ansiosos por un modelo puntual", reconoció el empresario, y dijo que con el modelo nacional con el cual tuvieron demoras de 90 días fue el 408. Fuentes de PSA Peugeot Citroën explicaron que en este caso se debe a ajustes relativos al reciente lanzamiento. "La producción en serie comenzó en enero y ahora le estamos tomando el termómetro al mercado, que anda bárbaro", señalaron. Hubo una preventa muy fuerte y recién en marzo se comenzaron a entregar las unidades.
En el interior también se sienten fuerte las demoras. "Hay uno o dos modelos en cada marca en los que la demora puede llegar a 60 días, tal vez un poco más", relató Mariano Cid, presidente de Acara Córdoba. "Los clientes tienen en claro que no hay disponibilidad inmediata en algunos segmentos, como el de las pick-up livianas."
Algo similar ocurre en Rosario. "La demora en la entrega es por el desfase que hay entre la demanda y la producción", señaló el responsable de un concesionario de esa ciudad que pidió reserva de su nombre. En las marcas japonesas, explicó, se suma que por los daños que causó el sismo en ese país las fábricas instaladas en el Mercosur están teniendo demoras para recibir algunos componentes electrónicos.
Este empresario añadió otro factor que causa demoras: las trabas a las importaciones. "Desde enero prácticamente estoy sin autos BMW. Se vendió el stock y no puedo retirar nada del puerto. A algunos clientes les devolvimos la seña y otros siguen esperando", afirmó. La automotriz alemana todavía no logró que el Ministerio de Industria la autorice a retirar sus unidades del puerto.