La fuerza de gravedad de los grandes cuerpos del Universo distorsionan el tiempo y el espacio, dijeron científicos de la NASA, sobre la teoría de la relatividad
"Einstein sobrevive", sonrió Francis Everitt, físico de la Universidad de Stanford y principal investigador del satélite Gravity Probe B (GP-B), uno de los proyectos en curso más antiguos de la agencia espacial estadounidense.
La preparación del experimento de física llevó más de cuatro décadas y fue lanzado finalmente en 2004.
"En el Universo de Einstein, el tiempo y el espacio son deformados por la gravedad. La Tierra distorsiona ligeramente el espacio a su alrededor, debido a su gravedad", dijo, explicando la teoría que divisó el físico judío alemán hace casi 100 años, mucho antes de que existiera la tecnología necesaria para contrastarla.
"Imaginen que la Tierra estuviera sumergida en miel. A medida que el planeta rote, la miel a su alrededor se arremolinaría. Ocurre lo mismo con el tiempo y el espacio", detalló Everitt.
La sonda "GP-B confirmó dos de las más importantes predicciones del Universo de Einstein, con implicaciones de largo alcance para toda la investigación astrofísica", dijo, profetizando que la misión "dejará un duradero legado en la Tierra y en el espacio".
El satélite llevaba cuatro giroscopios avanzados para medir el efecto geodésico, es decir la curvatura del espacio y el tiempo en torno a un cuerpo gravitacional, y el "frame-dragging" o fricción del marco de referencia, es decir cuánto espacio-tiempo arrastra consigo un objeto al rotar.
Si "los giroscopios hubieran apuntado en la misma dirección siempre que estuvieran en órbita" la teoría de Einstein habría sido refutada, dijo la NASA en un comunicado.
"Pero como confirmación de la teoría general de la relatividad de Einstein, los giroscopios experimentaron cambios mensurables en la dirección de su giro a medida que eran atraídos por la gravedad de la Tierra".
Las mediciones de la sonda se acercan notoriamente a las proyecciones de Einstein, según los hallazgos publicados en la revista científica Physical Review Letters.
El satélite, que concluyó el año pasado su misión de acopio de datos, fue ideado por primera vez en 1959. Leonard Schiff, jefe del departamento de física de Stanford, y George Pugh del Departamento de Defensa, soñaban con un satélite que orbitara la Tierra y pusiera a prueba la teoría de Einstein. Everitt se unió al proyecto en 1962 y le siguió la propia NASA en 1963.
"Hace 41 años, se lanzó el satélite a una órbita de más de 600 km sobre la Tierra", dijo la NASA. Las tecnologías creadas para desarrollar la sonda gravitacional fueron usadas luego para elaborar los sistemas de posicionamiento global (GPS) y el cálculo de la radiación de fondo del Universo.
"Ese cálculo es la base de la teoría del Big Bang y dio lugar al premio Nobel para John Mather, de la NASA", recordó la agencia espacial.
Cientos de estudiantes universitarios y decenas de estudiantes de secundaria trabajaron en el proyecto, incluyendo nombres célebres como Sally Ride, quien fue la primera astronauta mujer que viajó al espacio, y el premio Nobel Eric Cornell.