Las restricciones a las importaciones que impulsa el polémico secretario de Comercio Interior en varias industrias ahora se extendieron a algunos laboratorios
El polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, otra vez metió mano en la entrada de productos importados. Esta vez, se metió con los remedios. En los últimos días, algunos laboratorios que operan en el país se toparon con dificultades y trabas burocráticas a la hora de importar medicamentos desde el exterior.
La noticia de que algunos laboratorios enfrentaban problemas para ingresar al país productos desde el exterior fue adelantada por Pharmabiz, un sitio especializado en la industria farmacéutica que informó que las restricciones afectan a las filiales locales de los laboratorios internacionales GlaxoSmithKline, Novo Nordisk y Biotoscana, aunque otras fuentes aclararon que las trabas que frenan el ingreso de medicamentos importados alcanzan a productos que tienen un equivalente de producción local, con lo cual no hay riesgos de que se produzca un proceso de desabastecimiento.
Consultados por La Nacion, en los tres laboratorios prefirieron no pronunciarse sobre el tema y la única declaración pública corrió por cuenta de la firma Biotoscana, que a través de un comunicado anunció una inversión de $ 10 millones para comenzar a fabricar medicamentos "de cara a las medidas impulsadas por la Secretaría de Comercio Interior".
"Lo que se produjo es un cambio no escrito de las reglas para importar, y en los hechos varios laboratorios están viendo cómo sus importaciones quedan trabadas en la Aduana sin saber muy bien lo que está pasando", explicó un empresario del sector.
"No existe riesgo de desabastecimiento porque las trabas para importar afectan únicamente a productos con un equivalente de producción nacional, aunque hay que ver qué puede pasar si este tipo de medidas se generaliza y los fabricantes locales no alcanzan a dar abasto para atender toda la demanda", señaló otra fuente de la industria farmacéutica, que reconoció las dificultades que enfrentan los laboratorios que hoy tienen una balanza desfavorable en materia de comercio exterior.
Las restricciones a las importaciones llegan apenas unos días después del encuentro que tuvo Guillermo Moreno con las distintas cámaras que agrupan a los laboratorios, para conminarlos a presentar un plan de negocios que permita alcanzar el objetivo de un intercambio comercial equilibrado entre importaciones y exportaciones del sector.
En el encuentro realizado hace un par de semanas en la sede la Secretaría de Comercio Interior, Moreno les dijo a los laboratorios que tienen cuatro opciones para alcanzar un equilibrio comercial: aumentar sus exportaciones de medicamentos, reducir sus importaciones, realizar aportes irrevocables de capital o concretar exportaciones a través de sociedades vinculadas.
Hasta el momento, la única cámara empresarial que le presentó un plan para compensar importaciones fue Cilfa, la entidad que reúne a la mayoría de los laboratorios nacionales. Cilfa se comprometió a triplicar el superávit de la balanza comercial de sus empresas asociadas. En 2010, los laboratorios que forman parte de Cilfa tuvieron un superávit entre exportaciones e importaciones por US$ 60 millones, y para 2011 el objetivo es llegar a los US$ 170 millones.
En Caeme, la cámara que agrupa mayoritariamente a los laboratorios extranjeros, por su parte, aseguran que ya están trabajando en el diseño de un plan de negocios, en su caso con el objetivo de reducir su déficit comercial. "Se está trabajando en diferentes alternativas para compensar el monto de las importaciones. Una de las posibilidades es traer a la Argentina los estudios clínicos, en lo que constituiría una exportación de servicios", destacaron fuentes cercanas a la cámara empresarial.
De acuerdo con las estimaciones de la propia industria, el sector farmacéutico arrastra un saldo negativo de 850 millones de dólares, producto de exportaciones por US$ 650 millones e importaciones por US$ 1500 millones.