Al menos trece personas murieron este sábado por heridas de bala durante los funerales de las víctimas de la brutal represión contra los opositores al régimen sirio del viernes, que dejó más de 80 muertos, según testigos y activistas de los derechos humanos.

Cinco personas perdieron la vida en Deraa (100 km al sur de Damasco), a manos de "las fuerzas de seguridad que dispararon contra los habitantes que iban a Ezreh para asistir al funeral, así como delante del hospital de la ciudad", explicó un militante.

Tres personas fallercieron por disparos de "francotiradores" apostados en edificios en Duma, a 15 km al norte de Damasco, durante los funerales de víctimas de la represión de la víspera, según un testigo y un militante de derechos humanos en el lugar contactados vía telefónica por la AFP.

Los "francotiradores" sobre los techos de inmuebles dispararon contra las decenas de miles de personas que se dirigían de la mezquita al cementerio en Duma, según las fuentes.

En la región de Deraa, a 100 km al sur de Damasco, dos personas perdieron la vida también por disparos de las fuerzas de seguridad, según un militante de derechos humanos en el lugar.

"Las fuerzas de seguridad dispararon balas reales contra las personas que se dirigían desde las regiones vecinas de Deraa hacia Ezreh para asistir a los funerales. Al menos dos personas murieron", dijo esta fuente que pidió el anonimato.

Decenas de miles de sirios en duelo participaban el sábado en el entierro de sus seres queridos al día siguiente de una represión brutal de las imponentes manifestaciones que costaron la vida a más de 80 personas suscitando la repulsa de la comunidad internacional.

Según el Comité de los Mártires de la Revolución del 15 de marzo, es precisamente en la localidad de Ezreh donde hubo más muertos, con 21 personas.