El actor tenia 96 años, brilló en Cine, teatro y televisión. Una carrera increíble que cautivó a varias generaciones
El actor Osvaldo Miranda, una de las caras más reconocibles y entrañables del teatro, el cine y la televisión argentinos, murió este miércoles a los 96 años.
Nacido en Villa Crespo e hincha fanático de Atlanta (de hecho, hace unos años fue nombrado "el hincha más famoso" del club), había iniciado su carrera artística como cantante de tangos.
Durante décadas animó las pantallas locales, como protagonista de filmes como Los muchachos de antes no usaban gomina, y de programas perdurables de la TV, como La nena y Mi cuñado.
Trabajó con artistas de la talla de Niní Marshall, Luis Sandrini, Ernesto Bianco, Blackie, Irma Córdoba y Enrique Santos Discépolo, entre muchos otros.
En su carrera cinematográfica puso su firma a películas como Cándida millonaria (1941), Navidad de los pobres (1947), Corrientes... calle de ensueños (1948), Esposa último modelo (1950, junto a Mirtha Legrand), La pícara soñadora (1951, también con Legrand), Las pirañas (1967), y Un muchacho como yo (1968).
También brilló en teatro, en más de 50 obras. Y en la televisión impuso su rol de comediante.
Su primer trabajo fue en Canal 7, en Comedia de bolsillo, y luego llegarían Tropicana, Mi marido y mi padrino, y su inolvidable interpretación como padre de Marilina Ross en la famosa La nena, que duró cinco temporadas.
Después encaró otro éxito, Mi cuñado, de la cual Luis Brandoni y Ricardo Darín realizarían una remake en los años 90.
"La verdad mi trayectoria no puede ser más linda, porque empecé bien desde abajo. La primera vez que figuré en un programa de teatro lo único que estaba abajo de mi nombre era la palabra "Imprenta"", señaló en alguna oportunidad el gran actor.
Con esa lucidez llegó hasta el final de su vida. Una vida que quedó grabada a fuego en la historia de la TV y el cine argentinos.