En realidad, la cosa ya empezó mal porque ni el ala pivote local ni Federico Kammerichs -uno de los más sorprendidos con el desenlace de la jugada- se ubicaron correctamente en el pasillo de los tiros libres.

El Yacaré se ubicó como si el lanzador fuera de su equipo rival, mientras que Reggie Okosa lo hace en posición de atacante. Pero el que tira es Nicolás Romano, jugador de Regatas, y al fallar el segundo intento posibilitó el error de su rival.

El rebote de la pelota supera el estiró de Kammerichs y le cae a medida al bueno de Reggie, que lanza súper convencido de estar aprovechando una gran ocasión ofensiva. ¡Golazo!. Del otro lado, Lou Roe lo mira atónito y termina levantando los brazos.

El mismo Kammerichs reacciona con desconcierto y toma el balón que atravesó el cesto como yendo a reponer de fondo... el primer momento es de confusión general.

Los demás jugadores de Gimnasia no lo pueden creer, y Okosa demora en darse cuenta, mientras que la gente -en lugar de recriminárselo-, termina muerta de risa e incluso aplaude el blooper. Menos mal que el equipo verde ganó el juego por una diferencia amplia.