Como la "Coordinadora" en los 80 o el Grupo Sushi con De la Rúa, los jóvenes K buscan captar cada vez más espacios de poder en las cercanías de la Rosada
18/04711
La Cámpora, un grupo que reinvindica la militancia de izquierda de los 70, amplía su poder y genera tensión con otros grupos K.
Esto genera debate en las filas del kirchnerismo con la postulación de algunos de sus dirigentes a ocupar cargos de directores en las empresas privadas en nombre del Estado.
Andrés “Cuervo” Larroque –conductor de La Cámpora–, es subsecretario de Reforma Institucional para el Fortalecimiento de la Democracia.
También pisan fuerte Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas; Eduardo de Pedro, directivo de Aerolíneas Argentinas; José Ottavis, presidente del Fondo de Capital Social (Foncap) y funcionario de la Secretaría General de la Presidencia; Ivan Heyn, presidente de la Corporación Antiguo Puerto Madero y Juan Cabandié, legislador porteño.
En conjunto, concentran alrededor de 2.439 millones de pesos anuales, entre salarios y los presupuestos de Aerolíneas y el Foncap.
Larroque (con sueldo promedio de 14 mil pesos) entró a la subsecretaría en reemplazo de Marta Oyhanarte en diciembre de 2009. El organismo era clave para el acceso a la información pública.
Tenía página web propia, donde se mostraban los formularios para pedir datos al Estado, y los trámites se resolvían con agilidad. Desde que llegó el “Cuervo”, la subsecretaría para la Reforma Institucional se convirtió en una suerte de nicho de la militancia. La página web desapareció y los pedidos de información son cada vez menos accesibles.
Mariano Recalde, hijo del abogado de la CGT, cobra un sueldo promedio de 35 mil pesos, tiene presupuestada para 2011 una partida de $ 2.429 millones.
Con la opción de recibir reasignaciones, como ocurrió este año. El diputado Claudio Lozano, economista y especialista en presupuesto, detalló que el presupuesto original de Aerolíneas para este año era de $ 1.848 millones y en el curso del año ya se gastaron $ 2.321 millones. “El año que viene van a superar los 3 mil millones de pesos seguro”, comentó.
Ottavis es director de asuntos políticos de la Secretaría General de la Presidencia, actúa bajo la órbita de Oscar Parrilli.
Por ese cargo cobra un sueldo, bruto, de 12 mil pesos y se queda en mano con unos 8.500 pesos. Sin embargo, el joven identificado con la JP, administra también la sociedad anónima mixta Foncap, que está dentro del Ministerio de Economía. Por ese puesto no cobra sueldo, pero maneja un presupuesto de 10 millones de pesos. Ottavis fue designado en Gobierno con “excepcional autorización”, ya que no cumple con el artículo 14 del Convenio Colectivo de Trabajo, de acuerdo con lo que figura en el Boletín Oficial. Esto quiere decir que no tiene título universitario, necesario para el cargo. El se respalda en que tiene experiencia de gestión.
Juan Cabandié, legislador porteño, cobra un sueldo bruto de $ 14.089,20 y se queda en mano con $ 11.053. Pero, además, tiene a su disposición varios contratos. “Un T1, dos T2, dos T3, dos T4 y dos T5. Además, cuenta con dos contratos de locación de 5 mil pesos cada uno, y con otros tres contratos de 3 mil pesos cada uno”, precisó una fuente legislativa a PERFIL. Cabandié cobró notoriedad pública el 24 de marzo de 2004, cuando durante un acto en la ESMA fue orador, por haber sido el nieto recuperado número 77. Ascendió rápidamente en la estructura K y se ganó la confianza de Cristina y de Néstor.
Ivan Heyn cobra un sueldo de 14 mil pesos por administrar la Corporación Antiguo Puerto Madero, el organismo bipartito (Nación y Ciudad) que se encarga de organizar el desarrollo inmobiliario en el barrio. Hasta hace un mes, comía gratis en un restaurante italiano que estaba al lado de la Corporación. Pero el canje se le acabó. Todos ellos meten en los organismos militantes afines. Recalde, por ejemplo, tiene a Eduardo de Pedro, alias “Wado”. ¿Lograrán aglutinar a la juventud kirchnerista como les pidió Néstor?
El avance de la agrupación creada por Máximo Kirchner causa recelo no sólo en otras organizaciones juveniles sino también entre funcionarios del Gobierno y en la CGT.
En nombre de Cristina Kirchner, la tropa camporista insertó funcionarios en casi todos los ministerios y organismos del Estado.
El más notorio es Aerolíneas Argentinas (AA), donde ocuparon varios cargos políticos, pero hay militantes en la Secretaría General de la Presidencia, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Justicia, la Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Planificación, la Cancillería, el PAMI y la Anses.
El secretario general de la agrupación es Andrés “Cuervo” Larroque, que trabaja como subsecretario para la Reforma Institucional.
Pero se sientan también a la mesa chica Mariano Recalde (presidente de Aerolíneas), Eduardo “Wado” de Pedro (vicepresidente de AA), José Ottavis (titular del Foncap), Ivan Heyn (director de Aluar) y Juan Cabandié (legislador porteño).
Según relataron fuentes de Gobierno, los jóvenes de La Cámpora tienen un objetivo de largo plazo y el aval de Cristina, y aunque avanzan con rapidez sobre la estructura oficialista no desesperan.
“Ellos se están preparando para ser la nueva guardia del kirchnerismo. Meten gente en cargos, algunos importantes, y los forman como cuadros. La gran disputa la van a dar en 2013 y 2015. Ellos van a ser diputados, senadores y ministros”, analizó ante PERFIL el vocero de un ministro.
Hay quienes dicen que Ottavis puede ser legislador provincial por la 1º sección electoral bonaerense.
Es el dirigente con más experiencia en la militancia partidaria. Fue “pupilo” de Roberto Porcaro en el armado de la agrupación transversal Compromiso K en 2005, pero desde entonces construye un armado político con intendentes, y se junta con funcionarios bonaerenses y nacionales. Es, además, el titular de la JP de la Provincia.
Juan Cabandié tendría un lugar reservado en la lista de diputados nacionales por la Capital Federal.
¿Y Wado? “Wado tranquilamente puede ser ministro en la próxima gestión de Cristina”, analizó un asesor de Gobierno ante PERFIL.
También cumplen su rol en la campaña porteña. La mayoría juega con el ministro de Economía, Amado Boudou, aunque públicamente no toman posición. También avisaron que quieren cargos en las listas y no sólo de legisladores porteños, sino además en las de las comunas.
Diego Bossio, titular de la Anses y otro de los que respalda a Boudou, tiene varios camporistas en su estructura.
Luciano Di Césare, titular del PAMI, es otro que alberga militantes juveniles del interior.
“La Cámpora no es una agrupación con mucha tropa. Por eso reclutan cuadros, preferentemente con formación universitaria, de otras agrupaciones (como La Güemes) o de las propias facultades y con un perfil anti partidos políticos. Se preparan para ser un sector bien visto por la clase media. Tener el impulso de CFK los ayuda a que los jóvenes cautivados por el kirchnerismo se acerquen a ellos”, explicó otro vocero en diálogo con este diario.
Sergio Maggioti, Marina Moretti, Federico Susbielles, Santiago Laurent, Francisco Durañona, Leonardo Lignazzi, Juan Ustarroz (hermano de crianza de Wado), son algunos de los nombres que suenan en Navarro, San Andrés de Giles, Bahía Blanca, Pilar, San Antonio de Areco, Zárate y Mercedes.
Algunos no eran de La Cámpora, provenían del PJ o de la militancia de base, y se sumaron a las filas de la organización K.
“Me hacen acordar a La Coordinadora durante el alfonsinismo, porque tienen mucha ambición de poder, se llevan todo por delante, y los jóvenes terminan acercándose a ellos. La diferencia es que La Cámpora piensa a largo plazo”, analizó un operador político de la Rosada.
En el universo juvenil generan tanta admiración como envidia. Y son los preferidos de Cristina.