El presidente de la Asociación Empresaria Argentina reclamó "límites" entre la actividad privada y el Estado. Rechazó el pedido de la CGT para integrar compañías
El presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos, reconoció que existe preocupación en el sector que representa por los reclamos de la CGT para representar al Estado en la mesa directiva de empresas líderes.
"Nos parece serio", admitió Campos, en referencia al pedido que ayer formalizaron desde la central obrera que conduce Hugo Moyano para ocupar un lugar en la conducción de las compañías en las que el gobierno nacional posee participación accionaria.
El dirigente empresarial remarcó que "cuánto más claro esté el límite entre el mundo del sector privado y el Estado, mejor".
Para Sergio Berenzstein, director de la consultora Poliarquía, con estas medidas el Gobierno ataca directamente la propiedad privada y consideró que “la decisión –de tener un representante en la dirección de empresas líderes– es mucho más política que económica”.
“Es una profundización de una tendencia de hace mucho tiempo, de un Gobierno que hace que el Estado tenga mucha más atribuciones en el sector privado, y que limita muchísimo la propiedad privada, que está siendo cercenada por toda clase de arbitrariedades. Esto es gravísimo y tiene consecuencias muy malas para Argentina", analizó.
Berenzstein acotó que "si el gobierno argentino quiere que a las empresas les vaya bien tiene que hacer otras cosas, como frenar la inflación, normalizar el Indec o volver a los mercados de crédito. Esto le agrega dramatismo y condimento al debate electoral".