El ministro de Educación quiere introducir el contexto social del alumno para complementar la evaluación. Advierten por riesgos de "facilismos" y de nivelar para abajo
El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, propuso en la reunión del Consejo Federal de Educación del último lunes cambiar la manera de medir la calidad educativa: no acotarla a los números fríos de un examen sino contextualizarla con la realidad que viven los alumnos y el país.
Durante la reunión señaló que continuarán con evaluaciones como PISA, que evalúa a alumnos de 15 años, y el Operativo Nacional de Evaluación (ONE), pero que harán hincapié en otros relevamientos apuntados a un sentido social de la calidad, como el Segundo Estudio Regional Comparativo y Exploratorio dela Educación(SERCE) y TERCE, que son de la UNESCO y se aplican en el nivel primario.
De todas formas, desde el ministerio de Educación afirmaron que los cambios no están definidos, y que están trabajando en ellos, según informa el diario Clarín.
Los resultados PISA 2009 generaron preocupación, ya que Argentina ocupó el puesto 58º del ránking mundial, mientras que en 2006 había estado 53º y en 2000, 37º. A nivel regional, el país cayó desde el 1° puesto hasta el 7°.
La prueba PISA, que lo organizala Organizaciónparala Cooperacióny el Desarrollo Económico (OCDE) y busca saber qué capacidad tienen los chicos de 15 años para responder las demandas del mercado laboral, también se aplican los test SERCE y TERCE en las aulas de 6° grado. Mientras de PISA participan 65 países (entre latinoamericanos, asiáticos y europeos) y arroja un ránking de la calidad educativa a nivel mundial, los otros dos están más orientados a evaluar el aprendizaje de los estudiantes y analizar factores como el aula, la escuela y el contexto social del desempeño.
Otra diferencia entre PISA y el SERCE y TERCE es que en estos últimos sólo participan 16 países de Latinoamérica.
El lunes, Sileoni puntualizó: “El concepto tradicional de calidad que se instaló en los ‘90, basado en resultados y en la calidad del producto final, es limitado y exige una revisión”. Susana Decibe, ex ministra de Educación de la época de Carlos Menem, respondió que mientras ella estuvo en el cargo se contextualizaban los datos. “Las escuelas del Plan Social Educativo se presentaban separadas del resto porque incluían colegios que atendían a las poblaciones con mayores necesidades”. Igual, destacó: “No hay que bajar los estándares ni dejar de ser ambiciosos para que no baje el nivel. Hay que trabajar con docentes preparados para afrontar las diferencias sociales”.