Ante las polémicas por sus denuncias de corrupción en la Policía Federal, la ministra de Seguridad señaló que sus dichos se basaron en "datos de muchos vecinos"
La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, confirmó que sus dichos sobre actos de corrupción que cometería la Policía Federal se basaron en "cantidad de denuncias que traen vecinos de situaciones puntuales".
La titular del organismo aclaró que "ningún ministro me planteó ninguna queja" ante los dichos que trascendieron a la prensa y que generaron un intenso debate.
La funcionaria, en una entrevista advirtió que esas "denuncias" recibidas "no las tengo con detalles suficientes para hacer las denuncias penales, que la hubiese hecho".
De todos modos, Garré advirtió que los reclamos de los vecinos sobre supuestos actos ilegales "muestran un clima y una sensación que los vecinos tienen y que hay que modificar".
Para la funcionaria, una de las "necesidades de la seguridad es que los vecinos confíen en la Policía" y apuntó que uno de sus objetivos es "recuperar el prestigio que siempre tuvo la Federal, porque el grueso de la gente cumple sus tareas honestamente, en una tarea muy compleja, con mucho riesgo".
"No hay derecho que unos malos ensucien la tarea de los buenos", aclaró la ministra de Seguridad, tras lo cual ratificó que "algunos" de los jefes desplazados cuando llegó a su cargo habían sido mencionados en las acusaciones.
La funcionaria nacional adelantó que continuará con el proceso de "renovación" de las estructuras policiales. "La renovación es buena, la gente que está demasiado en un destino puede generar redes que no son convenientes para la transparencia".