La intención es realizar un fuerte control contra el narcotráfico. Ya acordonaron la peligrosa villa 1-11-14 del bajo Flores y seguirá Ciudad Oculta. Fuerte presión de Garré
En medio de la polémica por las declaraciones de Nilda Garré, la Policía Federal inició un proceso para "acordonar" las villas miserias de la ciudad de Buenos Aires, en un intento por controlar la delincuencia y el narcotráfico.
Se trata del primer efecto concreto de las medidas tomadas por la ministro de Seguridad en los últimos días.
Según informa un matutino porteño, el operativo de "acordonamiento" ya está en marcha en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, y seguirá en Ciudad Oculta, en el barrio de Mataderos.
En el primer caso, un grupo de policías en moto del Servicio Táctico Motorizado comenzó a recorrer el perímetro del barrio de emergencia situado frente al estadio de San Lorenzo, en el Bajo Flores.
Fuentes policiales informaron que este servicio se puso en marcha en las últimas 48 horas para reforzar los puestos fijos con móviles de la comisaría 38a.
Sin embargo, saturar las villas y las zonas calientes del delito con uniformados no es una novedad.
En 2003, el por entonces ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Gustavo Beliz, dispuso que la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval hicieran tareas de prevención en el barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, en Ciudadela, y en la villa La Cava, en Beccar, San Isidro.
También a fines del año pasado la presidenta Cristina Kirchner decidió que, para luchar contra el delito en el convulsionado conurbano bonaerense, la Gendarmería Nacional colaborara con la policía de ese distrito. La iniciativa fue bautizada Operación Centinela.
Respecto de la decisión de Garré, fuentes policiales explicaron que no fue casual que hubiera designado a un hombre con una vasta experiencia en la lucha contra el narcotráfico en la comisaría con jurisdicción en la villa 1-11-14.
Se trata del comisario Luis Gigena, que hasta hace dos semanas era el jefe de la División Operaciones Federales, dependiente de la Superintendencia de Drogas Peligrosas.
En las últimas semanas, Garré inició una fuerte ofensiva contra la cúpula de la Policía Federal, en un intento por "purificar" la fuerza.
De hecho, el viernes admitió que la Federal era "el problema más serio y más complejo" que enfrenta el Gobierno", en declaraciones alusivas a la corrupción que impera dentro de la Policía.
La propia Garré y sus colaboradores hacen un seguimiento diario del trabajo en comisarías.
Por ejemplo, la secretaria de Seguridad Operativa de la Nación, Cristina Caamaño, visita las seccionales para saber si hay patrulleros recorriendo las calles en tareas preventivas.