La ministra de Seguridad, Nilda Garré, le ordenó a la Policía Federal retirar desde este martes la custodia en todos los edificios oficiales porteños, incluida la sede del Gobierno de la Ciudad, habitual blanco de ataques de grupos violentos vinculados con el kirchnerismo y agrupaciones de izquierda.

También le ordenó apartarse de la custodia de las sucursales del Banco de la Ciudad, en medio de la ola de inseguridad que atraviesa la Argentina, donde especialmente se producen robos a entidades financieras.

La medida refleja el aumento de la tensión entre el gobierno nacional y el de Mauricio Macri.

El razonamiento que realizan cerca de la Casa Rosada es que si Macri quiso crear la Policía Metropolitana, cuenta con fuerzas suficientes para ejercer esas custodias.

La Jefatura de Gobierno de la Ciudad debería estudiar entonces colocar las mismas vallas que puso el gobierno kirchnerista para impedir que manifestantes lleguen hasta las puertas de la Casa Rosada, y así tratar de evitar los continuos destrozos a las instalaciones que le cuestan millones a los contribuyentes porteños.