En una final memorable, el serbio, número 2 del mundo, venció por 4-6, 6-3 y 7-6 (7-4) al español, uno del ranking, en un cotejo que duró tres horas y veinte minutos
En el primer set, Nadal aprovechó las chances de quiebre que tuvo en el tercer y quinto juego y eso le permitió tomar una ventaja de 5-1 en el marcador.
Por su parte, el serbio, que no jugó mal, no pudo usufructuar las chances que tuvo para quebrar (4) y entonces el set se le hizo cuesta arriba.
Pero Djokovic sacó a relucir su gran momento, comenzó a golpear la pelota con mayor potencia y velocidad y remontó de 1-5 a 4-5.
Pero en el décimo game, Nadal pudo mantener su saque para quedarse con el primer parcial.
El segundo set tuvo en Djokovic a un protagonista excluyente.
El serbio fue una aplanadora desde el fondo de la cancha, tanto de drive como de revés, y a Nadal solo le quedó defenderse y esperar el error de su rival.
La diferencia fue de 6-3 y no mayor porque Djokovic se apuró por momentos, lo que fue aprovechado por el número uno del mundo.
El tercer set, al igual que los otros dos, tuvo un altísimo nivel, con los dos jugadores dando lo mejor de si en cada punto.
Cada tenista fue conservando su saque hasta llegar a un infartante tie break, en el que arrancó arriba Nadal pero el serbio logró dar vuelta.
De esta manera, Djokovic extendió su invicto del 2011 a 24 triunfos consecutivos.
Ahora Nadal supera al serbio por 16-9 en los enfrentamientos personales.
Djokovic consiguió todos sus triunfos sobre cancha rápida, la superficie en la que hoy se jugó la final.
El serbio le había ganado el último partido que jugaron, hace dos semanas, en la final del Masters 1000 de Indian Wells por 4-6, 6-3 y 6-2.