Los decretos que autorizan a las empresas de energía eléctrica a aplicar aumentos de tarifas industriales, comerciales y para grandes consumidores, a cambio de que mantengan congeladas por un año las de los usuarios residenciales, "están a la firma del presidente" Néstor Kirchner.

Así lo adelantó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien afirmó que se seguirá "en la senda" de mantener sin modificaciones las tarifas para casas de familia.

Según indicaron fuentes de Edenor y Edesur a un matutino porteño, las empresas estarían "dispuestas a aceptar ese compromiso".

Ahora, sólo falta que Kirchner firme los decretos para que el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) apruebe los nuevos cuadros tarifarios, lo que podría realizar antes de que finalice el año, aunque desde el Gobierno no confirmaron que se vaya a dar durante 2006.

Si bien las tarifas aumentarían un promedio del 15 por ciento para grandes consumidores, para las empresas representaría un incremento del orden del 28 por ciento.

Los aumentos regirían a partir de enero próximo, pero como la primer carta de entendimiento se firmó en noviembre de 2005, aún falta definir la metodología con que se cobrará el ajuste tarifario retroactivo a esa fecha.

Esos serían los últimos puntos que se estarían definiendo antes de la firma de los decretos.

El propio Alberto Fernández salió también a aclarar que, para el Gobierno, la situación energética está "bajo control" y aseguró que durante el verano no va a haber cortes como consecuencia de falta de energía.

"La situación la tenemos perfectamente analizada y bajo control. Podemos estar, en ese sentido, todos tranquilos", afirmó Fernández, quien adjudicó los cortes de energía producidos la semana anterior a problemas de distribución.

"No vamos a tener problemas como consecuencia de falta de energía", aseguró Fernández en declaraciones radiales, aunque admitió que "hay que trabajar para que la distribución no genere problemas".