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21 de noviembre de 2024
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El kirchnerismo piensa en alejar del PJ a Cristina Kirchner
El "cristinismo" cree que el PJ la acota y le resta más votos de los que suma. El núcleo más directo diseña un plan para ganar las elecciones con la sola figura de la Presidenta
28 de febrero de 2011
El sector del kirchnerismo al que la Presidenta más escucha diseña por estos días un plan para tratar de ganar las próximas elecciones presidenciales, en octubre próximo, con la sola figura de Cristina Kirchner. Su reelección -dicen- debe ser obra de ella misma: el PJ la acota y le resta más votos de los que suma, al menos en sectores independientes, evalúan en el "cristinismo", mientras elaboran una estrategia de marketing para instalar la "mística ganadora" de que el triunfo está descontado, aun antes de los comicios.

Ese operativo consiste en contagiar exitismo y euforia dentro y fuera de la alianza oficialista, según confiaron altas fuentes oficiales a La Nacion. El plan contempla el adelanto de varias elecciones provinciales para lograr una seguidilla de triunfos locales, llenar el espacio público de encuestas favorables, repartir recursos, inaugurar obras y asociar la imagen del Gobierno a la de una "Argentina feliz".

La Presidenta comenzó incluso a dejar que sus operadores hablen de una nueva reforma de la Constitución, sobre la base de un sistema parlamentario que le permita soñar con otra reelección en 2015 y la convierta en una presidenta sin plazo de vencimiento. El objetivo, más allá de la reforma, es instalar una idea de triunfo asegurado y de impotencia de la oposición. Y evitar, además, la perspectiva de una presidenta débil en un hipotético segundo mandato.

Esa "ala izquierda" o el denominado "cristinismo", que pretende ganar sin el peronismo, está liderada por Carlos Zannini, secretario legal y técnico, y Héctor Icazuriaga, titular de la SIDE, a los que se suman la ministra de Seguridad, Nilda Garré; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Economía, Amado Boudou; el diputado Carlos Kunkel; los jóvenes de La Cámpora, y las líderes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

En vida de Néstor Kirchner, estos sectores nunca alcanzaron tanta influencia como con Cristina Kirchner, ya que él hacía equilibrio entre el progresismo y el peronismo más ortodoxo. Pero desde que Kirchner murió, todo cambió. Por ejemplo, el gobernador bonaerense Daniel Scioli está en la mira y hoy el "ala dura" aconseja la ruptura con él y con los intendentes del PJ del conurbano, o sea el aparato partidario. También tiene en la mira al sindicalismo duro, aunque el jefe de la CGT, Hugo Moyano, es un aliado. Quieren arrastrar a Cristina Kirchner a "ganar sola". La Presidenta no romperá con el gobernador, pero sí busca acotar al PJ cuando impulsa las listas colectoras progresistas como un voto propio de ella. Como su intención de voto ronda el 35 no quiere perder el electorado de izquierda, que podría irse con Fernando "Pino" Solanas. "Para ellos, el PJ es un techo, resta más de lo que suma", confió un miembro del "ala dura".

El grupo "moderado", aunque sin tanta coordinación, está conformado por Julio De Vido y Florencio Randazzo, entre otros. Quieren preservar la relación con el PJ, aunque no se inmolarán por frenar las colectoras.

El "cristinismo", en cambio, organiza reuniones en sus casas, planifica, intercambia borradores y conforma grupos de trabajo. Y, sobre todo, recibe encuestas de consultoras a las que contrata especialmente.