Sueños de juventud para una noche que pasó rápido
El Oscar se renovó, buscó humor y agilidad. Aprovechó la tecnología. En tres horas entregó los premios. Anne Hathaway fue pura frescura. Se busca rating y arco iris
28 de febrero de 2011
Por Roberto Aguirre Blanco, de la redacción de Asteriscos.Tv
El poder del rating y la juventud renovaron la edición 2011 de la entrega de los premios Oscar, que brillaron en ritmo y agilidad para, en tres horas de transmisión, concretar una emisión atractiva.
Este año se evitaron muchas de las cuestiones que alejaron público y cansaron en emisiones anteriores, y mucho tuvo que ver la aparición de dos jóvenes como Anne Hathaway y James Franco como conductores.
Especialmente ella, quien demostró sus cualidades de comediante y cantante con la soltura que había exhibido en 2009.
Sin el efectivo Hugh Jackman, el rol de partenaire le tocó a James Franco, quien sin duda es una cara bonita pero no se pudo despegar mucho de su rol de coprotagonista.
Mucha agilidad en el ritmo del show, con los momentos justos de homenajes y muchas figuras en el escenario. Pareció que existió plan B en la lucha del minuto a minuto.
La presentación fue un hallazgo con Hathaway y Franco, recorriendo con humor todos los escenarios de las películas nominadas con interacción con los protagonistas reales en escenas también originales, que incluyó un homenaje final a "Volver al Futuro" que este año cumple 25 años de su estreno.
A la hora de los momentos más emotivos sobre el escenario, el legendario Kirk Douglas apareció en escena para entregar el Oscar a la mejor actriz de reparto y jugó una escena memorable, la más larga del show, y que siguió porque seguramente rindió muy bien.
Dos clásicos de las entregas, que también tienen cierta pesadez para los públicos más jóvenes, son el recordatorio de los artistas fallecidos y los premios honorificos.
En el primer caso, una excelente canción interpretada por Celine Dion dio paso a emocionarse con caras reconocidas de astros que se fueron de gira durante el 2010.
De todas formas, duró menos que otros años, al igual que los galardones a personalidades como Francis Ford Coppola o Elli Wallach, ovacionados de pie pero que se fueron sin hablar una palabra.
Dos cuestiones que también hicieron recuperar el ritmo fueron que las canciones nominadas pasaron en dos etapas casi juntas y con versiones acotadas, donde aparte de la ganadora de Toy Story 3 se lució la actriz Gwyneth Paltrow que interpretó una de las melodías.
Y la restante la innecesaria acumulación de imágenes de las 10 películas nominadas que habría cansado al espectador, que se aburre con tanta presentación.
Hubo también momentos políticos como el ganador del premio a mejor documental que se preguntó porque ningún financista o banquero estaba preso por la crisis económica de 2008.
Finalmente todo se ajustó a tres horas exactas y un final a todo color con una canción emblemática de Hollywood, un coro de chicos y todos los premiados sobre el escenario principal.
Vientos de juventud y ritmo anti zapping llegaron al veterano Oscar.