Se trata de Arnaldo Corazza, quien reconoció que "se insinúa una desaparición forzada de personas" en el caso del testigo del juicio a Etchecolatz
El juez federal Arnaldo Corazza, a cargo de la investigación por la búsqueda de Jorge Julio López, admitió que "se insinúa que hay una desaparición forzada de
personas" en el caso del testigo.
"La realidad es que hasta ahora no lo encontramos. ¿Eso genera desazón? Sí, genera desazón. Hay pocas pistas para trabajar. Pero esto no implica un fracaso", opinó Corazza, al ser consultado sobre las opiniones sobre la causa que virtió el gobernador Felipe Solá.
En declaraciones a un matutino porteño, el juez confirmó que en los próximos días analizará un cambio de carátula de la causa y que el nuevo jefe policial de la investigación será Hugo Matzkin, superintendente de Delitos Complejos y Crimen Organizado.
Corazza se reunió en las últimas horas con el director general de Investigaciones en Función Judicial, Roberto Silva -hasta ayer a cargo de la investigación-, con policías federales y hombres de los servicios de inteligencia que actúan en la causa caratulada, hasta ahora, como averiguación de paradero.
Esa primera calificación había sido dispuesta preventivamente por la jueza platense Marcela Garmendia.
La magistrada intervino desde el inicio de la investigación, el 18 de septiembre último, junto con los fiscales Marcelo Martini y Javier Berlingeri.
La Corte Suprema dispuso unificar la causa en competencia federal en una resolución ratificada por seis de los siete ministros del tribunal. Suscriben la decisión los jueces Enrique Petracchi, Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti,
Carmen Argibay y Raúl Zaffaroni.
En la resolución votada por mayoría, la Corte explicó que a partir de los juicios que se realizan contra represores hay una "presunta obstaculización" que perjudica a la justicia federal en la investigación de delitos de lesa humanidad.