El gobierno de Barack Obama reiteró su malestar por el decomiso en la Argentina de material de un avión de la Fuerza Aérea norteamericana llegado hace más de diez días a nuestro país en misión de paz.

El reclamo fue ratificado ayer, una vez más, a horas impensadas: pasadas las 22 hora local (la medianoche en la Argentina) el vocero del Departamento de Estado emitió un mensaje por Twitter en el que insistía con su "sorpresa".

"Estamos sorprendidos de que la Argentina haya optado por no resolver una simple disputa referida a material de entrenamiento. Y queremos que nos lo devuelvan", sostuvo, en 140 caracteres, el inesperado reclamo del vocero Philip Crowley.

En un operativo liderado por el canciller Héctor Timerman, parte de la carga del avión fue decomisada en medio de reproches que el funcionario asoció luego con casos de atentados terroristas y contrabando de materiales.

La cartera de Hillary Clinton emitió el mensaje en un día atípico, cuando -por primera vez en varias jornadas- la cuestión del avión no afloró en la habitual rueda de prensa del Departamento de Estado, dedicada, en mayoría, a las rebeliones en el mundo árabe.

El hecho de que la cuestión no apareciera en el habitual encuentro con la prensa pareció dejar insatisfecho a la Cancillería norteamericana que, en un gesto de significado, decidió sacarlo a luz por sí misma. Así fue como el mensaje de Crowley apareció cuando nadie se lo esperaba.

Desde un primer momento el gobierno de Obama insistió en que lo que hubo con el caso del avión fue una irregularidad menor en la declaración de un número de serie y que la reacción de las autoridades argentinas resultaba "incomprensible".

El avión fue requisado por personal de Aduanas en un operativo que controló el canciller Héctor Timerman en persona. El gobierno de Obama, molesto, viene pidiendo que eso se solucione "sin más dilaciones", pero, hasta ahora, con poco éxito.

"Queremos el material de regreso", clamó Crowley en la medianoche porteña y cuando periodista alguno le había hablado del asunto.