Al menos 4 personas murieron y más de 100 resultaron heridas o lesionadas en San Miguel. En las formaciones viajaban más de un millar de personas
|7/01/11
En el accidente ferroviario más grave de los últimos 15 años, al menos cuatro personas murieron y más de 100 resultaron heridas y lesionadas y debieron ser atendidas luego de que un tren embistiera por detrás a otro y terminara incrustado, en San Miguel.
Hay 13 internados, y tres están muy graves.
El tremendo accidente ocurrió a las 19.10 en las vías del ferrocarril San Martín, a la altura de la avenida Irigoin.
Un tren que había salido de Retiro y acababa de parar en San Miguel, seguía su viaje hacia la estación de José C. Paz.
Pero al llegar al paso a nivel de Irigoin se detuvo, aparentemente esperando la señal que lo habilitara a seguir.
En ese momento otra formación, de la empresa Ferrobaires, que había salido también desde Retiro e iba hacia el partido bonaerense de Junín, recorría la misma vía. A ese tren se lo conoce como el Martita.
Por motivos no confirmados, el tren de Ferrobaires no frenó, y embistió desde atrás al del San Martín.
El choque fue tan fuerte que la locomotora entró en el furgón para bicicletas que quedó hecho chatarra, con el suelo arrugado en forma de tirabuzón.
A su vez el último vagón de pasajeros se montó y penetró en el que lo precedía. La conexión quedó hecha una bola de hierro y entre los vagones quedaron personas atrapadas: tres murieron.
Como suele pasar en el San Martín, varias personas viajaban colgadas del estribo, y por el impacto salieron volando, contaron testigos en el hospital. Recordaron que otras alcanzaron a ver al tren que se venía y que no llegaba a frenar, y saltaron antes del choque.
Fue en la parte trasera del último vagón de pasajeros del San Martín donde los bomberos encontraron los tres cadáveres. Para poder retirarlos, tuvieron que esperar la autorización de la Justicia.
La cuarta víctima, una mujer, falleció en el hospital Larcade, según confirmó por la noche Alejandro Collia, el ministro bonaerense de Salud, quien no descartó que hubiera más cadáveres entre los restos del tren.
“Pude ver los cuerpos, es dramático”, aseguró el gobernador Daniel Scioli. En tanto, según informó en el lugar el intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre, “hubo unas 70 personas que tuvieron que ser atendidas”.
Más tarde se contabilizaron al menos 100 heridos. Hubo gente que sufrió amputaciones y fracturas de gravedad, pero la mayoría tenía golpes y cortes. Pasada la medianoche, quedaban 13 pacientes internados, 10 en el Larcade (ubicado a una cuadra y media del lugar del accidente) y tres trasladados al Hospital de Trauma de Malvinas Argentinas, que cuenta con mejor equipamiento.
“Estaba en mi negocio, a más de una cuadra, cuando sentí una explosión. Pensé que era una bomba, y me vine a ver. Fue terrible, la gente gritaba, y muchos fueron por su cuenta hasta el Larcade”, contó Jorge, un comerciante de la zona.
“Cuando vimos a los heridos, los vecinos salimos con bidones de agua para tratar de ayudar. Hubo gente cortada, renga, que no quiso esperar las ambulancias y se fue al hospital”, agregó Marcia Virgilio, que vive frente al lugar del accidente, en un barrio de casas humildes.
Algunos pasajeros, los que viajaban en los vagones delanteros, no se dieron cuenta de la gravedad del accidente y seguían sentados, hasta que bajaron a mirar.
“Veníamos bien, y de golpe sentimos el ruido, y los bolsos se empezaron a caer. No sabíamos qué pasaba, fue un susto grande. Y ni hablar cuando bajamos y vimos los heridos”, contó Darío Duarte, uno de los 138 pasajeros que llevaba el Martita rumbo a Junín. Por la noche, tras el accidente, esperaban que el Gobierno bonaerense les facilitara micros para viajar.